La pareja se casó el mes pasado tras pasar seis años juntos y tener tres hijos. Tras la boda, viajaron a París para celebrar su luna de miel. Fue allí donde, tras subirse a un taxi, el actor se dio cuenta de que no tenía dinero en efectivo para pagar el importe, por lo que pidió al taxista que les acercara a un cajero automático.
Para su sorpresa, una vez que llegaron al cajero, éste no funcionaba, así que Grant se dirigió al coche para informar de lo sucedido al taxista.
“Entré en pánico y le dije a mi esposa que saliera del coche. El taxista me preguntó que qué estaba haciendo y le comenté que la máquina no funcionaba así que no íbamos a poder pagar. En ese momento, la secuestró. ¡Se fue con mi esposa!”, explica el actor en declaraciones recogidas por Daily Mail.
El actor no reveló cómo resolvió el asunto, aunque bromeó diciendo que: “Siempre peleo con un taxista en París”.
Grant había expuesto en ocasiones previas su renuncia a volverse a casar tras separarse de la actriz Elizabeth Hurley en 2000 tras 13 años juntos. “No soy realmente un creyente en el matrimonio. He visto muy pocos buenos ejemplos, tal vez cinco en mi vida, pero creo que de lo contrario es una receta para la miseria mutua”, comentó en 2015.
No obstante, ahora explica que: “Mi esposa es muy agradable, no puedo fingir que no lo es. Debería haberlo hecho antes. Tengo suerte, tengo una gran esposa. La amo. Ella está de acuerdo conmigo en el que matrimonio es una construcción social absurda, pero cuando tienes tres hijos, es algo bueno que debes hacer. No me gustaba pasar por la inmigración en países donde dirían: ‘Todos con pasaporte Grant aquí y todos los demás allí’. Ella se fue con las niñeras y esto estuvo mal”.