Según ha informado este jueves la policía municipal, el dispositivo se inició el 6 de agosto y se concluyó el día 13, tras la inspección y control de 28 domicilios de los barrios de Can Gibert del Pla, Santa Eugènia, Sant Narcís, Taialà y L'Eixample.
La Policía ha lanzado este operativo para controlar las molestias por el mal olor que generan las plantas, especialmente en época de floración, y por la sensación de inseguridad, ya que la práctica se asocia a la posesión y la venta de droga.
El cuerpo policial recuerda que el consumo no está perseguido cuando es en un domicilio, pero que el cultivo está prohibido, además de que la plantación a gran escala puede ir asociada a un fraude en el consumo eléctrico debido a los elevados niveles de energía que necesita.
El dispositivo se ha dirigido principalmente a las personas que cultivan alegando un consumo propio y "ocasionan serios problemas de convivencia con la comunidad", en base al artículo 26.46 de la Ordenanza de civismo.