Lucy se muestra angustiada, no entiende como algo así ha podido pasar y aunque los médicos no le aseguran que los implantes defectuosos fueran la causa del cáncer que sufre su pequeña, ella no se lo puede quitar de la cabeza.
Hace cinco años, cuando nació Luna, a Lucy se le rompió el implante del pecho derecho. Su médico le dijo entonces que no suponía ningún riesgo y que podía amamantar a su pequeña de forma normal. Poco tiempo después, a Luna le diagnosticaron un tumor cerebral llamado 'ependimoma', que afecta a su sistema nervioso central y no parará de crecer hasta que la mate.
Lucy, vecina de Watford, Hertfordshire, al norte de Londres, y su esposo Mario, de 43 años, están ahora preocupados por su otra hija Enza, de tres años, a la que también dio de mamar. La incertidumbre le lleva a Lucy a pedir, según recoge el diario The Sun, que alguien "se entere de lo que esos implantes defectuosos han hecho en los cuerpos de las afectadas".