Intervenidos en la frontera de Melilla medicamentos destinados a animales de raza caprina y ovina "sin ningún control"

EUROPA PRESS 30/07/2017 17:09

Según ha informado este domingo un portavoz de la Comandancia de Melilla, el servicio ahora finalizado, se inició el pasado mes de mayo en la Aduana de Beni-Enzar, al fiscalizar la Guardia Civil en su faceta de Resguardo Fiscal del Estado una furgoneta con placas nacionales, y ocupada por dos personas, conductor y ocupante que en esos momentos se disponía a pasar hacia Marruecos.

La citada fuente ha explicado que al iniciarse el reconocimiento y exponer sus ocupantes que no tenían nada que declarar, el guardia civil actuante se apercibió del hallazgo de "una caja y una bolsa" en el habitáculo del ocupante, que le infundió sospechas, solicitando su apertura.

Tras la misma, comprobaron que portaba medicamentos, en una cantidad de notoria importancia, indicando la persona que los tenía bajo su custodia, a sus pies "que se trataba de insecticidas para la agricultura".

VENTA AL PÚBLICO

El portavoz ha indicado que, intervenidos los productos, resultaron ser medicamentos veterinarios destinados entre otros, a animales de las razas caprina y ovina, que requieren para su venta entre las estrictas medidas de seguridad que regula este tipo de comercio, la previa dispensación facultativa veterinaria, y también el posterior control de esos animales a los que se les ha suministrado.

"Uno de los principios activos que lo componen, la "colistina", que se utiliza para combatir infecciones causadas por ciertas bacterias resistentes a la medicina humana, requiere de esos controles para el posterior consumo humano, siendo peligroso el mismo, caso que se hubieren alterado o vulnerado las condiciones de administración, posología y tiempos que regulan la eliminación de esos principios activos en el organismo de dichos animales", ha detallado el portavoz policial.

Tras la intervención de los medicamentos en frontera, la investigación llevada a cabo ha dado como resultado el hallazgo de más productos en el interior de un establecimiento abierto al público, donde se dispensaban alimentos y que carecía de las correspondientes autorizaciones y dirección facultativa para la venta de ese tipo de medicamentos veterinarios, que debe estar sujeta a estrictos controles de seguridad en todo su proceso, desde la fabricación hasta su administración a animales enfermos.

La investigación ahora ultimada ha contado con la colaboración del Servicio de Protección de la Naturaleza (Seprona) de la Comandancia.

El portavoz policial ha ratificado que son dos personas las que han pasado a disposición judicial en calidad de investigados, como supuestos autores de un delito contra la salud pública, tratándose de dos varones de nacionalidad española, naturales y residentes en la Ciudad, que regentan el negocio, ubicado en las inmediaciones de la Aduana de Beni-Enzar, donde se dispensaban los medicamentos sin ningún tipo de control, con antecedentes de casos de análoga naturaleza.