En la sentencia que tanta polémica ha levantado se lee que el hombre "actuó impulsado de un mix de rabia y desesperación, profunda desilusión y resentimiento; actuando bajo un estado de ánimo muy intenso, sin pretenderlo y humanamente no incomprensible", según ha publicado Il Corriere della Sera.
Los hechos se remontan al pasado año, en Génova, Italia, cuando Javier N. Pareja Gamboa mató de una puñalada en el pecho a su pareja, Angela Coello Reyes durante una discusión. Le puso una chaqueta en la cara y se dio a la fuga hasta que fue detenido tres días después por los carabinieri.
La víctima le había dicho a Gamboa iba a dejar la relación que tenía con otro hombre, pero como escribió la jueza en su sentencia "no estaba en condiciones de dejarlo". En ese sentido, se comportaba con su pareja de forma contradictoria "primero declarando sentir un gran amor y después con desprecio". Le decía "estás viejo, me das asco".
En este punto la interpretación de la jueza en la sentencia levanta ampollas: "El hombre no ha actuado bajo el impulso de los celos, sino como reacción al comportamiento de la mujer, del todo incoherente y contradictorio, que lo ha ilusionado e ilusionado al mismo tiempo".
Gamboa fue condenado a 16 años, "casi la pena mínima" por este tipo de delito que es de 15. La abogada que representó a la familia de la víctima habla de una "sentencia que desentierra el delito al honor".
La jueza al dictar la sentencia ha aceptado la tesis de la defensa de Gamboa: "En el contexto en el que el gesto se realiza", según el documento, vale subrayar la acción en una hipotética escalada de gravedad". Así en el juicio, se ha valorado la reconstrucción del homicidio hecha por el asesino en el que contó que la mujer "lo provocó e instigó" a apuñalarla, diciéndole que él no tenía el coraje para hacerlo, porque "no era un hombre".