Iván Sanz, Centro Nacional de la Gripe: "La baja incidencia actual puede provocar una epidemia mayor el próximo año"

  • El responsable científico del Centro Nacional de la Gripe de Valladolid señala que "en el 70% de las ocasiones" después de una epidemia "floja" se ha dado una "más larga y grave"

  • Desde octubre el Sistema de Vigilancia de Gripe en España (SVGE) ha detectado seis casos de gripe, cuando el pico de la pandemia suele darse entre enero y febrero

"La gripe causa a nivel internacional más de 1.000 millones de infectados y 650.000 muertos anualmente. Es una ciudad como Zaragoza pereciendo cada año", señala Iván Sanz, responsable científico y de vigilancia virológica en el Centro Nacional de Gripe de Valladolid. Sin embargo, como el investigador constata a NIUS, en los últimos meses apenas se han detectado casos en España. La alta tasa de vacunados y las medidas contra la covid lo han propiciado.

En nuestro país existe el Sistema de Vigilancia de Gripe (SVGE), del que forma parte el centro en el que trabaja Sanz. Esta red estudia la incidencia de la enfermedad a través de médicos centinelas y laboratorios con capacidad de aislar el virus. A esto se suma los casos reportados por los sistemas de Atención Primaria y hospitalaria por las Comunidades Autónomas.

Según el último informe semanal del SVGE, desde octubre solo se han registrado seis infectados por gripe en laboratorios: tres en Aragón y tres en Castilla La-Mancha. Pero, aunque a primera vista pueda parecer una buena noticia, la baja incidencia de este año puede causar problemas para la próxima campaña.

Pregunta. La circulación de los virus de la gripe ha sido menor que en temporadas anteriores, ¿no es cierto?

Respuesta. Este año está siendo significativamente menor que en cualquier temporada anterior. Ahora mismo no hay absolutamente nada de gripe en España. Solo hay seis casos contados, literalmente, que se han detectado desde octubre hasta ahora. Se puede decir que ni hay epidemia, ni, de momento, se la espera. Un poco en consonancia con lo que está sucediendo en Europa.

P. Con estos datos, ¿cuándo se prevé el pico de la gripe este año?

R. En España de media se entraba en epidemia (es decir, una incidencia de más de 50 casos por 100.000 habitantes) en la primera o segunda semana de enero. El pico normalmente se daba entre la tercera y cuarta semana de enero o la primera de febrero. Si ahora mismo no tenemos gripe, no se puede esperar el pico en las próximas semanas. Es cierto que, en temporadas anteriores, hace diez años, algún pico se vio entre marzo y mayo, porque la epidemia empezó tardía. Pero no podemos saber si pasará lo mismo este año.

P. ¿Qué ha ocurrido con el resto de virus que se estudian en el Centro Nacional de la Gripe de Valladolid?

R. Obviamente lo que más encontramos ahora es SARS-CoV-2. Pero si que hay otros virus circulando con él. Por ejemplo, el rinovirus, causante del resfriado común. Alrededor de un 30% de las muestras que nos envían son positivas. Muchas de ellos coinfectando a la gente que tiene covid. También vemos otros causantes del resfriado como el bocavirus o adenovirus, pero en muy baja proporción. Lo que no tenemos es el virus respiratorio sincitial, que suele causar una epidemia previa a la de la gripe, sobre todo en los niños. Este año ha desaparecido por completo.

Habitualmente el pico de gripe se da entre enero y febrero, aunque ha habido epidemias más tardías otros años

P. ¿Puede ser que haya casos que estén pasando desapercibidos al ser similares los cuadros clínicos de la covid y la gripe?

R. Sí, alguno seguro que se nos ha pasado. Si en la primera semana (del 4 al 10 de enero) se detectó un caso de gripe en Aragón quiere decir que hay más. Nuestra red detecta el pico del iceberg; lo que está abajo sumergido no lo vemos. Seguro que hay casos que se confunden con covid u otras afecciones. O también pueden pasar desapercibidos porque la sintomatología, si es leve, hace que esa persona no vaya al médico. Además, las redes centinelas no han funcionado tan bien como deberían, al tener que hacer un seguimiento del coronavirus.

P. ¿Pueden darse coinfecciones del SARS-CoV-2 y del virus de la gripe? ¿Puede llevar esto a cuadros más graves?

R. En el hemisferio norte no se ha visto mucho todavía porque no está circulando la gripe, pero sí que hay artículos publicados de algunos casos puntuales. Aunque todavía no queda muy claro si pude derivar en casos más graves. Es verdad que, si te contagias de covid y quedas un poco "tocado" y luego te viene una gripe, podría ser peor. Sí que estamos viendo coinfecciones de rinovirus y covid, pero no se ha reportado que sean infecciones más graves. La virología es un poco caprichosa en ese sentido. Muchas veces ocurre que un virus te activa el sistema inmune de tal forma que para el siguiente que venga estás más preparado.

P. En el hemisferio sur, dónde la temporada de gripe coinciden con nuestro verano, se han dado reducciones de casos y muertes de hasta un 80%

R. Sí, vamos por el mismo camino, a no ser que la gripe nos sorprenda los próximos meses. En el hemisferio sur, en Argentina, en Australia y, sobre todo, en Sudáfrica, la reducción de gripe ha sido brutal. En este último país no se detectaron casos. Aquí parece que sucederá lo mismo, aunque esto no es bueno del todo.

P. Imagino que como la vacuna de cada año se hace con las cepas de la temporada anterior afectará a ello, ¿no?

R. Exacto. Los centros de gripe hacemos un seguimiento en colaboración con la OMS. La gripe muta muchísimo y aparecen variantes continuamente. Este control se hace para tener cepas representativas para meterlas en la vacuna antigripal de la temporada siguiente. Si este año no detectamos cepas, habrá que guiarse por lo que se dé en el hemisferio sur o tirarse a la piscina con las cepas del año pasado.

La OMS suele reunirse alrededor del 15 de febrero en Ginebra para decidir que cepas recomendar a la industria farmacéutica. En apenas ocho meses hay que cultivar el virus, adaptarlo a la vacuna, rellenar los viales y distribuirlos. No queda mucho margen de maniobra. Hay formas de acelerar el proceso; lo hemos visto con la covid. Si contáramos con nueva información en mayo o junio podría hacerse alguna modificación, pero es complicado.

Las farmacéuticas necesitan ocho meses para preparar la vacuna; hay poco margen de maniobra

Además, que la incidencia de gripe sea tan baja significa que no se infecta una cantidad relevante de gente. El año que viene habrá menos personas protegidas y eso puede dar lugar a una epidemia más virulenta. Eso se ha visto cuando ha habido inviernos más cálidos y el virus no ha circulado tanto. En el 70% de las ocasiones la epidemia de gripe al año siguiente ha empezado antes, ha sido más larga y más grave. Esperemos que el invierno próximo la covid esté controlada y podamos enfrentarnos a la gripe de otra forma.

P. En los países del hemisferio sur también se ha registrado un aumento del porcentaje de vacunados por la gripe, con tasas por encima del 60%. ¿Ha ocurrido lo mismo en España?

R. Afortunadamente sí. No sé si por concienciación de la gente o por miedo a coger la covid y la gripe a la vez. Creo que ha aumentado un 25-30% la tasa de vacunación respecto años anteriores. Eso es un triunfo, pero lo importante es que esas personas vuelvan a vacunarse en la próxima campaña. Esta vacunación masiva también ha influido en una mayor inmunidad frente a la gripe.

P. La gripe y otros virus respiratorios se transmiten por vía aérea, con lo que el uso de las mascarillas y el distanciamiento social habrá limitado su circulación.

R. Claro, ese es uno de los principales motivos. Se transmite sobre todo por contacto estrecho con las gotículas que salen de la boca al hablar o estornudar; una mascarilla impide esto. Lo mismo con el distanciamiento social: si estamos cada uno en nuestra casa el virus no se transmite.

En Twitter veo últimamente que hay mucho conspiranoico preguntándose porque la gripe no circula y el coronavirus sí. Lo que hay que dejar claro es que la covid está desbocada. La gripe está recluida ahora mismo. Hay un porcentaje de la población que la tiene, pero no llega a derivar en una epidemia. Porque la gente tiene anticuerpos, en general, y estamos poniendo barreras extra. El SARS-CoV-2 no: es un virus nuevo y campa a sus anchas.

P. ¿Crees que esto impulsará el uso de estas medidas en futuras temporadas invernales, promovidas desde los gobiernos o desde la propia conciencia social?

R. A nivel de la administración no lo sé. Al fin y al cabo, son decisiones políticas. Ojalá en muchos casos nos hicieran más caso a los científicos. Pero a nivel individual, más de una persona que no es del ámbito científico me ha dicho, “si me encuentro resfriado o con síntomas, ¿por qué no me voy a poner la mascarilla con un familiar vulnerable o en un centro comercial?”. Espero que a partir de ahora hayamos aprendido algo y apelemos a la responsabilidad y la solidaridad. En los países asiáticos la gente no lleva la mascarilla porque sí. Y quizás es la razón por la que allí ha afectado menos, porque ya tenían integrado su uso.

Las mascarillas y el distanciamiento social han contribuido a frenar la gripe

P. ¿Puede el coronavirus extinguir la gripe?

R. En la historia de la gripe ha habido varios precedentes de cepas que han acabado con otras. Después de cada pandemia del siglo XX. La cepa de 1957 (la H2N2) erradicó la gripe española del 18 y la variante de 1968 (la H3N2, que sigue entre nosotros) acabó con la del 57. El ejemplo más reciente lo tenemos con la llamada gripe A de 2009, que extinguió el subtipo H1 que circulaba hasta entonces. Pero esto no quiere decir que el SARS-CoV-2 vaya a terminar con la gripe, digamos que son "competencias" diferentes.

P. Entonces, dentro de diez años, otro nuevo coronavirus podría erradicar al SARS-CoV-2.

R. Pudiera ser. Al fin y al cabo, hay otros cuatro coronavirus entre nosotros, que causan sobre todo el resfriado común. Aunque, de momento, el SARS-CoV-2 no ha extinguido a ninguno de ellos. Quizá no es una "competencia" tan directa como la de una gripe con otra, pero todo está por ver.

P. Hablando de esto. Al igual que la gripe, ¿se quedará este coronavirus entre nosotros? ¿Cuándo podría ocurrir eso?

R. Los virus tienen un proceso de estacionalización de dos a cuatro años. Esto ocurre cuando ya se ha creado una inmunidad, ya sea natural, porque se ha contagiado suficiente gente, o gracias a una vacuna. Cuando esto ocurra con el coronavirus se dará el mismo porcentaje de asintomáticos, hospitalizados o fallecidos, pero entre un número mucho menor de personas. Alrededor de un 40-60% de los infectados no reportan síntomas graves. En este momento las cifras son brutales porque todo el mundo es susceptible a infectarse.

P. Si el SARS-CoV-2 se convierte en estacional, ¿podría desarrollarse una vacuna conjunta con el virus de la gripe?

R. Dependería un poco de la necesidad de vacunación contra el coronavirus, si fuese anual o no. Seguramente con la covid no sería necesario vacunarse cada año, porque muta menos. Puede ser que haya que vacunarse cada dos o tres años. Pero en el caso de que nos viésemos obligados a meterla en un calendario de vacunación anual, es viable desarrollar una vacuna conjunta.

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