Y es que, una voluntaria, amiga de la familia, ha hallado el cadáver del joven cerca del pantano de Urrunaga, un sitio en el que ya se había buscado, y muy cerca del lugar en el que se encontraron parte de sus efectos personales.
Un amigo y portavoz de la familia ha indicado que el lugar en el que estaba ya había sido rastreado, y que su cadáver se encontraba “fuera del camino, en un lugar de difícil acceso y donde mucha gente hemos estado por la zona muchas veces”. Además, ha asegurado que “en un principio no parece que haya signos de violencia”.
El joven Jon Bárcena, que el pasado día 23, hubiera cumplido 20 años, había salido con unos amigos a caminar por el monte Orbea, se sintió mal repentinamente y les dijo que siguieran sin él.
Ahora será la autopsia la que determine las causas de su muerte. Pero aún quedará conocer las condiciones y el motivo por el que se separó de sus amigos, qué desencadenó la muerte del joven y cuándo sucedió exactamente.