A pesar de que la situación ha mejorado desde 2013, cuando alcanzaba el 55%, los datos siguen siendo demoledores. Casi cuatro de cada diez jóvenes que quieren trabajar no pueden hacerlo, un drama social que puede crear un grave problema en un futuro. Y rascando bajo las cifras aparece un problema que muchas veces pasa desapercibido: las oportunidades con las que cuentan y la situación de vulnerabilidad de la que parten en muchas ocasiones.
El problema es complejo y son muchos los factores en juego. El papel de las grandes compañías con respecto al empleo juvenil es determinante, debido a su posición como agente social y la capacidad que tienen para cambiar las cosas. Para la compañía, los jóvenes son eje vertebrador de su filosofía y su esencia. Y su política de responsabilidad social cuenta con ellos como uno de sus principales valores y compromisos. Afirman “todos tenemos talento, pero no las mismas oportunidades”.
GIRA Jóvenes es el proyecto de Coca-Cola para fomentar nuevas posibilidades de trabajo para los jóvenes. Desde 2012, apuestan por darles herramientas para transformar su futuro y conseguir, desde su bienestar emocional y personal, mejorar sus posibilidades de entrada en el mundo laboral. La idea fundamental detrás de todo es proporcionarles habilidades de autogestión, empoderarlos, y que puedan así realizar sus sueños. GIRA Jóvenes parte de la base de que los individuos no pueden ser mejores profesionales que personas, y esto condiciona su modo de entender la formación y el apoyo a los chicos y chicas, diseñando un plan en el que se priman las habilidades personales sobre los resultados. Reconocer sus méritos y valías les permite creerse lo que son, y esta motivación es la base sobre la que se sustenta su progreso posterior.
A sus espaldas cuentan ya con 2.100 jóvenes y más de 145.000 horas de formación. El proyecto cuenta con cinco módulos, entre los que destacan dos principales.
El primero de ellos es el Campus GIRA, una experiencia al aire libre de cuatro días y tres noches en la que los jóvenes conviven juntos con un único objetivo: que se conozcan mejor a sí mismos. Identificar sus habilidades, conocer trucos, consejos para convertirse en buenos profesionales, mediante charlas, talleres y actividades lúdicas, y todo ello tutorizado por los “facilitadores”. Estos coaches de formación les ayudan a gestionar sus emociones y sus habilidades sociales, y a superar problemas que muchas veces, los jóvenes desconocen que sufren o que no identifican como tales.
El segundo es el gimnasio laboral, donde los alumnos se pueden entrenar en sus experiencias laborales reales en diversos establecimientos y lugares. En el gimnasio, se les transmiten ideas fundamentales como la organización y aprenden a aguantar la presión y a trabajar en equipo. Además, los estudiantes interesados pueden hacer prácticas posteriormente en el Bar Escuela Coca-Cola. Durante tres meses se preparan para la vida laboral y se centran en asumir responsabilidades y combatir el miedo mediante un aprendizaje en el que la práctica desplaza a la teoría como protagonista.
Madrid fue la ciudad donde se puso en marcha la iniciativa, y, en 2016, Sevilla se convirtió en la segunda en acogerlo. Es solo el inicio de un proyecto de expansión por toda España para conseguir que el mayor número posible de jóvenes consigan transformar su futuro.
Los resultados obtenidos así lo ratifican: hasta la fecha, el 73% de los participantes en el proyecto ha retomado sus estudios, y el otro 27% encuentra un empleo acorde a sus aspiraciones. Además, el 38% son mujeres, aunque lo que se busca es la paridad.
“GIRA es una inyección de ánimo y fuerza. Sales diciendo: yo puedo”, asegura, Juanjo, de 18 años, tras su paso por GIRA Jóvenes. Solo desde la motivación de los jóvenes, el conocimiento de sí mismos y de sus posibilidades, se consigue cambiar su manera de ver el mundo, y de enfrentarse a un presente complicado, para poder lograr un futuro mejor.