"Conoce a mucha gente en España, no debe precipitarse, creo que podría haber un giro en España dentro de lo que es un giro no copernicano, sino de talante, de estilo, de forma", ha apuntado Rubio durante la presentación del libro, al tiempo que ha indicado que Barcelona y Madrid --donde los arzobispos ya han superado los 75 años-- pueden tener sorpresas en 2014.
En este sentido, ha recordado que la información que le llegue al Papa por la Curia va a estar "muy bien contrastada" con la realidad que el propio Francisco conoce ya que, según ha recordado, en 2006 Bergoglio dirigió unos ejercicios espirituales a los obispos españoles y además es conocedor de la vida religiosa en España, conoce los movimientos y la labor de las órdenes religiosas en los lugares de pobreza.
Rubio ha explicado que, con la elección de Bergoglio "se rompe una etapa" y "se continúa el ritmo del Pontificado pero con claves nuevas" como la renuncia, el hecho de que venga un Papa de América y de que no sea un hombre relacionado con la Curia Vaticana. Además, considera que con la elección de Francisco "se está buscando un estilo nuevo que devuelva la credibilidad perdida a la Iglesia por muchas circunstancias en unos momentos difíciles".
Según indica en un capítulo dedicado a la geopolítica de la Iglesia hoy en el mundo, "la Iglesia europea no puede seguir gobernando el mundo" porque el mapa de católicos es "totalmente distinto".
Rubio ha precisado que el libro puede servir para entender lo que se ha encontrado el Papa Francisco que, a su juicio y en palabras de Benedicto XVI pronunciadas durante el Sínodo de los Obispos de 2005, es "una viña devastada", alegoría del profeta Isaías. "La viña devastada por los jabalíes del laicismo pero también devastada porque la vid está llena de agrazones y da un vino malo, por la propia dinámica interna de la Iglesia y sus dificultades", ha expresado el autor.
Para Rubio, el Papa Francisco va a conducir "con luz larga" en los grandes temas urgentes que necesita la Iglesia y ahí "no le va a parar nadie", pero cree que también va a encender la "luz corta", en referencia al gobierno de la Iglesia.
EL NOMBRAMIENTO DEL FRANCISCANO CARBALLO, UN "GUIÑO"
De hecho, considera que el primer nombramiento que ha hecho del español José Rodríguez Carballo, actual ministro general de la Orden de los Frailes Menores Franciscanos, como nuevo secretario de la Congregación para los Institutos de Vida Consagrada ha sido "un guiño muy importante a la vida religiosa", siendo franciscano y de un país como España "donde tantas bofetadas está recibiendo la vida religiosa".
No obstante, Rubio se ha mostrado extrañado porque Francisco "cita poco el Concilio Vaticano II" aunque "el espíritu está claro" y ha indicado que no cree que vaya a convocar un Concilio Vaticano III. En general, ha apuntado que Bergoglio "no va a hacer grandes cambios", como ocurrió con Juan XXIII sino que "aun dentro de su conservadurismo en algunas cosas, va a propiciar un estilo de grandes cambios" dependiendo del "diseño" que haga de la Curia.
En cuanto al modo en que Benedicto XVI ha dejado las cosas a Francisco, Rubio piensa que los asuntos prácticos se los ha dejado "muy arreglados", como por ejemplo el diálogo interreligioso, pero que "los grandes temas no se los ha podido dejar abrochados" como "las grandes divisiones internas de la Iglesia en Austria, Alemania y EE.UU.".