El hecho de que el jurado superara ese primer plazo de 48 horas sin dudas, hace pensar que las votaciones más importantes ya se han producido. Culpable con un 7.2 o inocente con un 5-4. Hay que tener en cuenta que no sirve un 6-3 para condenar porque es necesaria la mayoría cuantificada. Cuando eso se produce tienen que debatir y convencerse unos a otros hasta llegar a una solución. Resuelta la votación tienen que motivar sus razones.
Al tratarse de jurados legos en derecho no saben muchas veces como justificar su decisión. No sólo deben exponer por qué creen que es culpable o inocente, tiene que escribir en base a qué pruebas o testimonios consideran que lo es. Por ejemplo, para asegurar que Bretón es culpable de matar a sus hijos y de quemarlos en una hoguera, necesitan explicar que la declaración del propio Bretón sitúa a los niños en las Quemadillas, o que el propio acusado reconoció que había hecho una enorme hoguera, según él para quemar papeles primero, después animales . También tienen que razonar por qué creen que no llegaron al parque y por qué lo huesos de dos niños de las edades de Ruth y José son de los hijos del acusado, aunque no tengan ADN. Y deben razonarlo, por ejemplo, escribiendo que los peritos dejaron claro que se quemaron huesos frescos, y que la policía no pudo sustituirlos porque habría necesitado incinerar dos cuerpos de dos niños de 2 y 6 años. Y deben nombrar a esos peritos.
Son sólo ejemplos porque para declarar inocente a Bretón tienen que razonar igual pero en sentido inverso. Esta mañana el juez todavía no había visitado al jurado pero a lo largo del día sí ha podido supervisar el veredicto y, si le ha parecido insuficiente la motivación, los nueve jurados se habrán tenido que poner a trabajar sobre sus tesis para mejorarlas. Esas visitas del juez no tienen que ser aireadas, son a puerta cerrada y el magistrado debe actuar didácticamente, sin influir en el resultado. Es normal que el veredicto no sea leído públicamente sin que el juez lo haya supervisado porque es el responsable de que esté bien motivado. Además es la base sobre la que construirá la sentencia. De hecho este magistrado tiene fama de ser muy meticuloso para evitar que sus decisiones sean revocadas por falta de motivación del jurado.
Mientras en la cárcel José Bretón sigue vigilado por 15 presos que se turnan (dos por día) y se fuma dos cajetillas de tabaco al día. Cuando entró en prisión ni fumaba pero ahora no para, según fuentes penitenciarias. Está nervioso y pendiente todo el día de la televisión para ver todo lo que se habla de él. Sigue saliendo cuatro horas al patio pero se relaciona poco y deambula con unos cascos escuchando, creen que música.