Liberados cuatro trabajadores de la ONU en Somalia horas después de su secuestro

EFE 16/03/2009 09:28

Según una nota difundida hoy en la capital keniana por la ONU, los cuatro fueron secuestrados por hombres armados que interceptaron su convoy cuando se dirigían al aeropuerto local, en un incidente en el que "no hubo disparos ni uso de violencia".

El coordinador de la agencia de la ONU para Somalia (UN-OCHA), Mark Bowden, transmitió también, a través de un comunicado, su alegría por la liberación, e insistió en que "estoy aliviado de saber que nuestros compañeros están libres y a salvo".

"Estamos -añadió- muy agradecidos por todos los esfuerzos y por la intervención de las autoridades locales, que utilizaron su influencia y alcance para asegurar que les liberaran rápido y sin problemas".

Bowden indicó que "esto supone una importante muestra de que la presencia de la ONU y sus actividades en Bakol es bienvenida y está protegida por los líderes locales".

Los cuatro trabajadores, tres de ellos extranjeros y un cuarto somalí, fueron secuestrados mientras viajaban en un convoy hacia el aeropuerto de Wajid, en la región de Bakol, a unos 350 kilómetros al noroeste de Mogadiscio, donde se disponían a tomar un vuelo a Nairobi.

Los tres extranjeros, cuyas nacionalidades no han trascendido, son un experto en nutrición del Programa Mundial de Alimentos (PMA) y dos voluntarios del Programa de Desarrollo de la ONU (PNUD) en Puntlandia, región al norte de Somalia.

El cuarto secuestrado, un ciudadano somalí, estaba haciendo de traductor para los otros tres y trabaja, habitualmente, para el Servicio Aéreo de Ayuda Humanitaria de la ONU en Wajid.

El comunicado aclara que el ataque no "se dirigía de forma expresa a la ONU" y que los "trabajadores fueron secuestrados por una célula pequeña e independiente de rebeldes".

"Gracias a la rápida intervención de las autoridades locales, fueron rápidamente liberados y ninguno de ellos resultó herido. La efectiva resolución indica que la ayuda humanitaria puede seguir en esta zona sin problemas", afirmó Bowden.

Por su parte, hoy, en Mogadoscio, la milicia integrista islámica de Al Shabab informó de que negociaba la liberación de los trabajadores humanitarios de la ONU con el clan tribal armado que los había capturado, aunque aseguró que eran tres.

Un portavoz del grupo dijo a Efe que hombres armados de un clan local secuestraron esta mañana a dos trabajadores extranjeros, que dijo que eran del Cuerpo de Limpieza de Minas de Naciones Unidas (UNMAF) y a un somalí.

El somalí secuestrado es Alí Deeq, coordinador de vuelos del Programa Mundial de Alimentos (PMA) de los servicios aéreos de Naciones Unidas en Somalia.

El responsable de Al Shabab, que pidió que no se revelase su identidad, dijo que los empleados de la ONU fueron secuestrados por "un problema de trabajo", después de haber llegado a Wajid el sábado pasado para reanudar su programa de limpieza de minas.

"Se produjo porque un comisario local, miembro de la milicia de un clan local, no se sintió satisfecho con el reparto de los empleos (que hicieron para sus labores) y, por eso, los secuestraron", explicó el responsable de Al Shabab.

El UNMAF lleva años trabajando en la retirada de minas antipersonas en el oeste de Somalia, pero suspendieron sus labores el año pasado después de que dos de sus trabajadores fueran secuestrados por una milicia leal a Al Shabab, que posteriormente los puso en libertad.

La vuelta de los especialistas de UNMAF a la zona se ha producido tras unas negociaciones con Al Shabab, que controla el área de Wajid.

Cerca del 50 por ciento de la población somalí, algo más de 3,2 millones de personas, necesitan asistencia humanitaria. La falta de recursos afecta, de forma más devastadora, a los niños, de los cuales uno de cada siete está malnutrido.

Trabajadores humanitarios, miembros de organizaciones no gubernamentales (ONG) y periodistas han sido objeto de ataques y secuestros por parte de clanes tribales armados y grupos de pistoleros en Somalia en repetidas ocasiones, muchas de ellas para pedir un rescate.