La detenida había declarado en ocasiones anteriores que la tarde de la desaparición de Marta, el 24 de enero, la había pasado junto a su novio.
Francisco Javier, por su parte, ha sido el único implicado que ha pedido su excarcelación. Dice que nada tiene que ver con el caso y que tiene coartada. El juez Francisco de Asis, instructor del caso de Marta del Castillo, ha ordenado la detención de la pareja de Francisco Javier D.M., hermano de Miguel Carcaño, principal acusado.
El juez, que esta semana ha retomado el trabajo tras las vacaciones, ha tomado declaración de nuevo a Francisco Javier D.M. y a dos de sus testigos, es decir, a su ex mujer y a un compañero de trabajo. El lunes, De Asis despachó con el responsable de la policía, Juan Manuel Piedrabuena.
Mientras tanto, el equipo de búsqueda, integrado por dos agentes de la Policía Judicial, dos de la Policía Científica y otros dos del Grupo de Menores (Grume) del Cuerpo Nacional de Policía, apoyados por maquinaria y operarios dirigidos por los investigadores, sigue buscando el cuerpo de la joven en el vertedero de Alcalá de Guadaíra.
De esta manera, hoy se cumple el día 22 de la búsqueda. De momento, no hay hallazgos relevantes en cuanto al destino de la menor por cuya muerte están imputados además de su ex novio Miguel C.D. y Francisco Javier Delgado, Samuel B.P., y el menor de edad conocido como 'El Cuco'.
Asimismo, la Policía Nacional tiene claro que la zona del vertedero en la que se ha desplegado el equipo de búsqueda es la correcta, porque de las montañas de basura se han rescatado ejemplares de periódicos y revistas y otros objetos que, por su fecha, prueban que se trata del sector del vertedero en el que habrían ido a parar los residuos recogidos por Lipasam la noche en la que desapareció la joven sevillana en el entorno de la calle León XIII.
Francisco Javier ha sido el único de los implicados que ha pedido su excarcelación. El juez se la denegó en un auto que explicaba que existían indicios suficientes contra él. Hay pruebas de que el hermano de Miguel se quedó en la vivienda de la calle León XIII limpiando huellas y restos de sangre.