El ayuntamiento de Lloret de Mar (Girona) ha decidido cerrar de manera cautelar la discoteca Colossos después que los servicios técnicos del consistorio comprobaran que el local tenía ciertas irregularidades.
Según han explicado a Europa Press fuentes municipales, el cierre será inmediato y la discoteca --dónde se originaron los altercados de la madrugada del miércoles-- ya no abrirá esta noche y permanecerá así hasta que resuelva los problemas eléctricos que tiene.
Esta decisión se produce después de la batalla campal que se saldó con 20 detenidos por desórdenes --de entre 17 y 30 años y todos extranjeros-- y 22 heridos, además de destrozos en el mobiliario urbano.
UN FALLO EN EL AIRE ACONDICIONADO ACABÓ EN BATALLA
El altercado empezó a las puertas de la frecuentada discoteca cuando saltó la corriente y los generadores no permitían que funcionara el aire acondicionado.
El local abrió las puertas de emergencia para que los centenares de jóvenes salieran a tomar el aire sin que después se les permitiera volver, con lo que se fueron congregado a las puertas del recinto, en la avenida Just Marlés, clientes descontentos con otras personas que no había podido entrar.
Todo acabó desembocando en un enfrentamiento abierto con la policía, que se prolongó por calles adyacentes hasta la playa, con ataques a mobiliario urbano, vehículos policiales, vallas publicitarias y quema de contenedores.
Los disturbios vividos en Lloret de Mar entre jóvenes turistas y policía significaron, en palabras de su alcalde, Romà Codina, un "punto de inflexión" que ha llevado al Ayuntamiento a endurecer su postura, anunciar más contundencia y reconocer que toca pensar sobre la política turística del municipio costero.