Con evidentes signos de violencia ha aparecido el cadáver en el interior de un vehículo que inspecciona minuciosamente la criminalística. El cuerpo presentaba varias puñaladas y un fuerte golpe en la cabeza.
“Yo he oído ruido de ambulancias y sirenas” aseguraba una vecina. “Le han dado una paliza y una puñalada y luego le han dejado ahí muerto”, comenta otro testigo.
El fallecido es un varón, de 65 años, que, desde hace dos, trabajaba en una administración de loterías de Boadilla del Monte, también precintada, a pocos metros de donde ha aparecido muerto.
Quienes le conocían lo describen como “una persona que no parecía que tuviera enemigos”. “Era súper agradable y amable”, mantiene otra mujer que conocía a la víctima.
El hombre vivía en el barrio madrileño de Ciudad Lineal y su mujer presentó horas antes una denuncia por la desaparición.
Todas las hipótesis siguen abiertas aunque la guardia Civil descarta el ajuste de cuentas y señala el robo como móvil principal.