Atención al cambio de criterio de la justicia que afecta directamente a los camioneros. Manipular un tacógrafo dejará de ser una sanción administrativa y será considerado desde ahora un delito penado con hasta tres años de cárcel.
Este caso sería aplicable, por ejemplo, a un conductor que circule con su tacógrafo manipulado y que gracias a ello pueda circular en un vehículo de gran tonelaje sin cambios al cuentakilómetros, que no se mueve, los números no varían, es decir, a todos los efectos, el camión está parado. Así, su conductor puede circular como quiera: con exceso de velocidad o sin respetar los descansos.
Esta manipulación ahora se considera delito. Y la mano dura también se aplicará a los empresarios del transporte y a los talleres. Modificiar los tacógrafos, a parte de delito, es una grave irresponsabilidad. El sistema de frenado, el antivuelco o las suspecinsión electrónica también se alteran y pueden tener graves consecuencias que acaben en tragedia.