El hombre, de 22 años, cuyo nombre no ha sido hecho público, ha admitido que pisó a la pequeña "por frustración" después de tropezar con ella mientras ella jugaba en el suelo, informa Daily Mail.
Después, el hombre le dijo a la niña que le dijera a su madre que tenía dolor de estómago y la mandó a la cama. La niña murió el día después por las heridas sufridas, que fueron un trauma contundente en el abdomen, rotura de hígado y sangrado de los riñones.
Los hechos se produjeron en 2015. Ahora, en el juicio, se ha declarado culpable, siete meses de la muerte de la niña.
El hombre puso un pie, con todo su peso, 100 kilos, sobre la niña y levantó el otro del suelo, según explicó el fiscal del caso. Por la tarde del día siguiente, la niña estaba pálida y cojeaba. Poco después, fue declarada muerta en el hospital. El acusado no admitió el crimen hasta 7 meses más tarde, cuando la investigación de la policía se había intensificado.
Un psicólogo que trató al hombre declaró que no confesó antes por su sentido de culpa y miedo por las consecuencias de lo que había hecho. “Vergüenza, culpa y miedo le dejaron paralizado”, asegura.
La madre del niño no paró de llorar y tuvo que salir numerosas veces del juicio cuando se mostraron los detalles gráficos del crimen. En su declaración, la madre explicó que se sentía traicionada. “Me mintió durante siete meses cuando él sabía la verdad”, asegura. “No confiaré en nadie más después de ser traicionada así”.
El padre biológico de la niña sufrió de ansiedad severa y perdió 44 kilos desde la muerte de su hija. El abogado defensor indicó que la confesión de su cliente a la Policía "demuestra remordimiento, aunque sea pasado el tiempo". La sentencia se conocerá en unos días.