Imputados por conspirar para “matar a todos” sus compañeros de instituto

telecinco.es 18/04/2017 23:16

“Quiero que me miren cara a cara con sus ojos llenos de lágrimas mirando a los míos mientras tengo una pistola apretando sus frentes”. Con esas palabras escribía sus supuestos planes Dylan Michael De Angelis, uno de los tres adolescentes acusados por presuntamente conspirar para “matar a todos y cada uno” de sus compañeros de instituto del centro ‘Zimmer Middle School’, en la ciudad de Lapeer, de apenas 8.000 habitantes, ubicada en el estado de Michigan, EEUU.

Del mismo modo se pronunciaba Gunnar Rice, de 14 años, –uno menos que De Angelis–, quien manifestaba que quería “exterminar a todos esos […] animales de su instituto”. “Mataremos a todos y cada uno a nuestra elección”.

Así lo expuso en el juicio el fiscal David Campbell, quien leyó algunas de las frases que los jóvenes habían escrito.

Como consecuencia, Rice ha sido acusado como adulto por un delito de conspiración para cometer un asesinato en primer grado, uso de ordenadores para cometer un crimen, conspirar para cometer terrorismo y por falsedad en una denuncia sobre terrorismo. Delitos que, a excepción de este último, también se les imputan a los otros dos adolescentes, De Angelis y Cristopher Candela, también de 15 años.

Sin embargo, pese a la gravedad de los comentarios que realizaron los tres implicados, la polémica y el debate surge tras la argumentación de la defensa, pues los abogados señalan que el caso es completamente diferente a las alegaciones efectuadas por la acusación, apuntando que las únicas armas que los adolescentes tenían a su disposición eran pistolas de juguete que disparan balas de goma.

Por eso, el abogado de Cristopher Candela señaló que las acusaciones contra su cliente están “infladas” y son exageradas, pues, a su juicio, están basadas en “puras conjeturas”.

Ningunas armas fueron encontradas ni nada más allá que sugiera una conspiración”, afirma el abogado Bernard Jocuns. “No había manifiestos. No había nada que indicase algo sobre un crimen o un encuentro planeado. Deberían estar en el instituto. Deberían estar aprendiendo”, ha defendido, en declaraciones recogidas por New York Post.

Sin embargo, todos estos argumentos son poco creíbles para la acusación. Así lo reconoce el fiscal David Cambell, quien recuerda que el propio Cristopher Candela había afirmado que “todas estas acciones no eran una broma”.

Por su parte, el abogado de De Angelis, en la misma línea, sostiene que todo lo escrito por su cliente está protegido por la ‘Primera Enmienda’, dándole el derecho a “escribir cualquier cosa que quiera en su ordenador”.

Además, criticó que a los jóvenes se les haya denegado la posibilidad de una fianza, asegurando que no hay riesgo de fuga en este caso porque De Angelis no tiene licencia de conducir. “No tiene armas. No tiene acceso a drogas. No tiene ni siquiera teléfono móvil. La policía lo tiene ahora”, lamentó.

Mientras tanto, la investigación sigue su curso para “garantizar la seguridad de los estudiantes en su instituto”, tal y como informaron desde el centro educativo, y los adolescentes, que podrían acabar entre rejas, han sido citados nuevamente en el juzgado el próximo viernes.