Según la familia, que ha presentado una denuncia ante los juzgados por presunta negligencia médica, el cantaor fue operado de una úlcera en la citada clínica madrileña, donde murió nueve días después de la primera intervención.
En contra de esta versión, los médicos sostienen que "Enrique Morente ingresó para operarse de un cáncer de esófago de 4,5 cm de diámetro, localizado en el tercio medio, con metástasis linfáticas".
"El equipo médico desea transmitir a su familia y amigos sus condolencias por tan importante pérdida", concluye el comunicado.
El cadáver de Morente ha sido sometido este martes a una autopsia en el Instituto Anatómico Forense, antes de ser trasladado a la capilla ardiente instalada en la sede madrileña de la Sociedad General de Autores y Editores (SGAE).
La misma ha confirmado que durante la segunda operación al cantaor, éste se quedó con falta de oxígeno en el cerebro, con lo que se descata una mala praxis.
El féretro con los restos mortales de Enrique Morente ha llegado a la SGAE entre aplausos prolongados, llantos desgarrados y gritos de "viva Enrique" de los familiares y amigos que le esperaban.
En un comunicado, la familia de Morente pide que, "en estos momentos de dolor, se le permita honrar, como se merece, la figura de uno de los más grandes nombres que ha dado el flamenco a lo largo de la historia". RSO
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