“Me han intentado prostituir. Ayúdame”: los desesperados mensajes de auxilio de la niña violada por la ‘manada de Corea’

  • Una amiga la habría coaccionado para mantener las relaciones

  • De los siete acusados solo uno es mayor de edad

  • Uno de los acusados grabó los hechos con su móvil

La niña de 13 años violada por la ‘manada de Corea’ envió múltiples mensajes pidiendo desesperadamente ayuda a su psicóloga del centro de acogida del que se había escapado en Nochebuena. “Me han intentado prostituir. Ayúdame”, escribió cuando sus agresores estaban distraídos.

La menor, que está en un centro de acogida, se había fugado para ir a un edificio de Son Gotleu, donde suele dormir cuando se escapa, según el diario Última Hora que ha tenido acceso al sumario del caso. Además, la niña compró sustancias con el dinero que obtuvo de la venta de una cadena de oro.

En la calle, dos hombres trataron de violar a ella y a una amiga que la acompañaba, pero la dueña de un bar lo impidió. No obstante, ya en el interior del local, consumieron alcohol y drogas hasta que apareció una de sus mejores amigas en un coche repleto de jóvenes. Fue entonces cuando se montó en el maletero del vehículo para ir a una casa de Corea, donde se iba a celebrar una fiesta.

Allí, cuenta que fue consciente de que querían abusar de ella y su amiga no solo impidió que se marchase, sino que además la llevó a una habitación, donde por turnos comenzaron a violarla y humillarla. Tras esto, uno de los jóvenes se la llevó a un descampado, donde volvió a abusar de ella.

Ya por la mañana, aprovechando el despiste de sus agresores, la menor llegó a Son Gotleu, desde donde envió mensajes de auxilio a la psicóloga del centro. “Quiero volver, por fa. Pero estoy metida en un lío. Me han intentado prostituir. Ayúdame”, escribió desesperadamente. Inmediatamente, acudieron hasta ella y la convencieron para contar lo ocurrido.

Ocho detenciones

En el transcurso de la operación se ha detenido a los siete jóvenes que presuntamente habrían violado a la menor. De ellos, solo uno es mayor de edad y tras declarar ante el juez ya está en libertad provisional con cargos. Su amiga, también menor, fue detenida por coacción.

Uno de los acusados habría grabado lo ocurrido con su teléfono móvil. Con ello, pretendía demostrar que las relaciones fueron consentidas. Sin embargo, una vez detenido, tiró el teléfono por la ventana de la comisaría. La Policía, por su parte, ha rescatado el dispositivo y se encuentra investigando las imágenes, aunque todo apunta a que la menor fue agredida.