El secretario de Salud, José Ángel Córdova, ofreció esta noche en rueda de prensa las últimas cifras del brote y dijo que se han presentado 2.498 casos de neumonía atípica que pueden estar asociados a la influenza porcina, de los cuales 1.311 siguen hospitalizados.
De todos los casos sospechosos que fueron atendidos en hospitales, sólo se ha comprobado que 26 tenían el virus y de ellos murieron siete, dijo Córdova.
Los siete fallecimientos confirmados por el virus se registraron en dos delegaciones (distritos) de la capital mexicana: Tlalpan (6) y Magdalena Contreras (1), ubicados en la zona sur de esta urbe de nueve millones de habitantes, casi 19 millones si se toma en cuenta su zona metropolitana.
Precisamente ayer las autoridades de la Ciudad de México aplicaron medidas para restringir aun más las actividades que impliquen aglomeraciones y ordenó hasta la suspensión, hasta el 6 de mayo, de actividades en gimnasios, cines y teatros, billares, balnearios, salas de fiestas y centros deportivos y de convenciones.
Además del cierre parcial de 35.000 restaurantes, que podrán tener abiertas sus puertas pero sólo para llevar comida a domicilio.
Esta medida fue criticada por los propietarios de restaurantes de la Ciudad de México que aseguran que en los siete días de cierre parcial perderán 1.050 millones de pesos (75 millones de dólares).
Según la Cámara Nacional de la Industria Restaurantera y Alimentos Condimentados (Canirac), la medida afectará a 450.000 trabajadores en el Distrito Federal.
El secretario de Gobierno capitalino, José Ángel Águila, dijo que la decisión "es difícil" pero busca cerrar el paso al virus porcino.
La comparó con otras como la celebración de partidos de fútbol a puerta cerrada o la suspensión de espectáculos masivos.
Los establecimientos mercantiles que no acaten el acuerdo serán sancionados con clausura o multas económicas, señala el decreto.
Estas medidas se suman a la suspensión desde el pasado viernes de las clases en todas la escuelas y universidades de la capital y hasta el 6 de mayo.
También en la Ciudad de México, los legisladores del Congreso federal celebraron ayer sus sesiones bajo extremas medidas sanitarias y no se permitió el ingresos de visitas.
La emergencia sanitaria es nacional después de que se detectaron casos sospechosos en varios estados del país, por lo que se han suspendido las clases en toda la nación.
Sumándose a las medidas, el Instituto Nacional de Antropología e Historia (INAH) ordenó ayer el cierre de lugares arqueológicos, en línea con la política de paralizar la actividad de museos, cines y otros lugares bajo control de organismos públicos para evitar aglomeraciones y la subsiguiente posibilidad de contagio del virus porcino.
En tanto que las líneas de cruceros turísticos que llegan a los puertos de Cozumel y Mahahual, en el Caribe mexicano, han notificado a las autoridades la suspensión temporal de operaciones por la alerta sanitaria, informó el gobernador del estado de Quintana Roo, Félix González Canto.
De acuerdo con datos recabados, para esta semana estaba programada la llegada de 14 cruceros a la isla de Cozumel y de otros tres en Mahahual, al sur de Quintana Roo.
En ellos se esperaba el arribo de más de 35.000 pasajeros, que se calcula iban a gastar más de 40 millones de pesos (2,9 millones de dólares).