Miles de católicos participan en la procesión del Vía Crucis en Nicaragua

AGENCIA EFE 10/04/2009 20:36

La procesión, durante la cual el arzobispo de Managua, el monseñor Leopoldo Brenes, portó el Santísimo Sacramento, hizo un recorrido desde el Colegio Teresiano hasta la catedral de la capital en nicaragüense un día soleado y de sofocante calor.

En el trayecto, de más de dos kilómetros, los creyentes lanzaron vivas al Papa Benedicto XVI, a la Iglesia católica, a la Sangre de Cristo, a los obispos de Nicaragua o al pueblo católico nicaragüense, así como gritos de "Cristo ayer, Cristo hoy, Cristo siempre".

Otros creyentes realizaron el recorrido con penitencias para pagar promesas, como caminar algunos trayectos descalzos, en sillas de rueda o con vendas en los ojos.

Al llegar a la plaza de la catedral, frente al monumento al Tercer Milenio, los participantes en el Vía Crucis rindieron homenaje a la Sangre de Cristo agitando pañuelos blancos y gritos de "la iglesia es la primera que quiere la paz".

La lectura de la décimo cuarta estación de la Vía Sacra estuvo a cargo de Brenes dentro de la catedral.

Durante la procesión, sacerdotes que narraron las incidencias del Vía Crucis rechazaron en varios pasajes las críticas lanzadas contra algunos obispos a raíz del supuesto atentado de que fue víctima el pasado día 6 el procurador general de la República, Hernán Estrada, quien resultó herido de bala.

El procurador ha criticado que algunos líderes religiosos y medios de comunicación hayan estado informando de la supuesta existencia de grupos armados en el norte de Nicaragua, que ha considerado como "llamados a la violencia que generan actitudes y acciones de algunos elementos que pudieran verse tentados a aplicar ese tipo de llamados".

Los religiosos recalcaron que esas críticas se producen a sabiendas de "que la Iglesia, como dijo el Papa Juan Pablo II, es la primera que quiere la paz".

Además del Vía Crucis, para este Viernes Santo estaban previstos en Managua la celebración del sermón las Siete Palabras conmemorando las últimas palabras de Jesucristo en la cruz.

Los sacerdotes exhortaron a vivir estos días de Semana Santa con profundo compromiso cristiano: "Para renovar nuestra fe, que no sólo se vive en el templo sino que nos lleve a transformar nuestra realidad y hacerla más humana".