No faltan en la carpa las camas para dar descanso a los operativos, exhaustos tras sus labores. El presidente del Consorcio Provincial de Bomberos, Francisco Delgado Bonilla, ha indicado que es de vital importancia que los mineros descansen entre un turno y otro, así como sus compañeros de otros cuerpos.
Además de la cama y de alimentos, Delgado Bonilla ha explicado, como curiosidad, que incluso disponen de una secadora para la ropa: Hay una razón para ello de peso. “Al salir sudados y con la ropa empapada, se ha instalado para que puedan secarla y continuar con su labor tras el descanso”. La temperatura de sus cuerpos puede superar los 40 grados. Cavar a 72 metros de profundidad, de manera manual provoca un esfuerzo del cuerpo de nivel extremo.
El máximo que pueden estar bajo tierra son 40 minutos. También hay que tener en cuenta que para extremar la seguridad después de cada microexplosión se establece un intervalo de dos horas para que el oxígeno esté limpio y se dé un tiempo para evitar que cualquier desprendimiento pueda provocar más tragedia a la que ahora se vive con Julen.
Los bomberos son una pieza clave para la seguridad del operativo, no en vano van con mascarillas, detectores de oxígeno y están en todo momento en contacto con el resto del operativo vía telefónica.