El Ministerio de Exteriores israelí condena los episodios de violencia contra inmigrantes africanos

EUROPA PRESS 05/06/2012 08:28

Dos personas han resultado levemente heridas después de que un grupo no identificado incendiara en la noche del lunes un edificio de apartamentos de inmigrantes eritreos situado en un barrio judío de Jerusalén, en cuya entrada ha aparecido escrita en 'spray' la frase 'Marchaos del barrio'.

"No hay justificación para un crimen odioso que pone la vida de la gente el peligro. Nadie tiene derecho a violar la ley y usar la violencia contra otros, sea cual sea el motivo", indica el comunicado. "Las leyes y la ética prohíben dañar a los demás, al invitado y al extranjero. La historia judía nos pide que tomemos precauciones excepcionales sobre estos asuntos", agrega.

Este comunicado es la primera denuncia oficial contra la violencia ejercida contra trabajadores inmigrantes africanos en el país por parte del Ministerio de Exteriores israelí. Horas antes, el ministro de Exteriores, Avigdor Lieberman, ha criticado duramente al ministro de Interior, Ali Yishai, por sus declaraciones contra los trabajadores inmigrantes.

Lieberman ha dicho que los africanos residentes en Israel son "inmigrantes trabajadores" y no "buscadores de asilo" y ha subrayado que los comentarios contra ellos dañan los esfuerzos de su Ministerio para alcanzar acuerdos con sus países de origen.

En este sentido, ha dicho que cada entrevista o comunicado contra los trabajadores inmigrantes "retrasa (los trabajos) seis meses". "Pediría a mis colegas --y ya he hablado con ellos personalmente-- que hablen menos. Especialmente ministros y parlamentarios. Todas esas declaraciones no solucionan ningún problema. Hemos hecho avances significativos con los países de origen y, desafortunadamente, durante las últimas dos semanas esos esfuerzos han sido minados", ha valorado Lieberman.

Alrededor de 60.000 africanos han atravesado ilegalmente en los últimos años la relativamente porosa frontera que mantienen Egipto e Israel en el desierto de Sinaí, huyendo de la pobreza, de las guerras y de los gobiernos autoritarios.

La situación ha generado un fuerte debate en este país de 7,8 millones de habitantes ya de por sí fuertemente variado étnicamente. Algunos israelíes temen que la llegada de inmigrantes acarreará problemas demográficos y económicos, pero otros han advertido de que el recuerdo del Holocausto sufrido por los judíos durante la Segunda Guerra Mundial debería otorgar a Israel una responsabilidad especial a la hora de acoger a los extranjeros que buscan refugio.

En los últimos meses se ha disparado la violencia contra los inmigrantes, cuya máxima expresión fueron los disturbios registrados hace diez días en un barrio de bajos ingresos de Tel Aviv en el que viven numerosos inmigrantes eritreos, sudaneses y sursudaneses, a quienes los vecinos acusaban de ser los causantes de la delincuencia. La semana pasada, once menores de edad fueron inculpados de una serie de ataques racistas contra africanos en Tel Aviv.