El primer ministro chino pide libertad de expresión en plena campaña represiva

AGENCIA EFE 19/04/2011 15:22

"Volveré a subrayar la importancia de decir la verdad... Debemos crear condiciones para que la gente diga la verdad. En cuanto a la política del gobierno, debe estar en línea con los deseos del pueblo, debemos escuchar las opiniones de la gente", señaló Wen en un discurso reproducido hoy por la prensa china.

"Un país sin mejoras en la calidad de su gente y sin fortaleza moral no puede ser un país fuerte y respetado por los otros", señaló Wen durante un discurso ante los nuevos consejeros del Ejecutivo divulgado hoy por el oficial "Diario del Pueblo".

El primer ministro chino agregó que su país "debe profundizar en las reformas políticas y económicas y castigar con la ley a los inmorales y a los infractores".

Aunque el discurso fue pronunciado a finales de la semana pasada, los analistas recalcan la importancia de su publicación y su coincidencia con la actual campaña de represión de la mermada disidencia china, la más dura de la última década, según grupos de derechos humanos.

Wen se ha desvinculado en los últimos tiempos de la política de su partido al pedir la libertad de expresión y defender a líderes purgados en el pasado a un año de finalizar su mandato.

A estas alturas es evidente que no ha logrado cumplir una reforma política que satisfaga al pueblo, según Joseph Cheng Yu-shek, analista político de la Universidad City de Hong Kong.

Es "irónico y trágico", señaló Cheng al rotativo "South China Morning Post", y "es evidente que Wen es el símbolo y la voz de las fuerzas reformistas. El hecho de que aparezca tan desvalido es un buen reflejo de la realidad política de China. Hay gente en el partido que quiere reformas, pero son una minoría".

Las palabras del "premier" se producen después de que gobiernos occidentales y grupos de derechos humanos criticaran al régimen chino por la última víctima que se ha cobrado la feroz campaña de represión contra la disidencia, la del famoso artista contemporáneo Ai Weiwei, detenido ilegalmente desde el pasado 3 de abril.

El creador es el último de un total de 200 activista, abogados, intelectuales y artistas detenidos y acosados desde que en octubre se supiera que el premio Nobel de la Paz 2010 era para el preso político Liu Xiaobo, una situación recrudecida tras las llamadas anónimas a emular en China las protestas de África y Oriente Medio.