La conferencia aprobó además en sus conclusiones un compromiso para afrontar la crisis económica con mayores presupuestos educativos y un esfuerzo a favor de la innovación y la ciencia en los países iberoamericanos.
Las llamadas Metas educativas 2021, fijadas hoy por los ministros, buscan elevar la calidad de la enseñanza en el espacio iberoamericano y aumentar el porcentaje de población que tiene acceso a la formación y las condiciones para concluirla en sus diferentes etapas.
El secretario general de la Organización de Estados Iberoamericanos (OEI), el español Álvaro Marchesi, declaró al final de la conferencia que, entre las metas fijadas, se pone especial énfasis en la educación infantil, como primer escalón para mejorar la formación de las futuras generaciones e impulsar el desarrollo.
Marchesi informó de que para el desarrollo de los objetivos establecidos se cuenta ya con un Fondo de Solidaridad de 700 millones de euros que se aspira incrementar en los próximos años.
Las conclusiones de la reunión de Lisboa serán elevadas a la Cumbre de Jefes de Estado de Iberoamérica, que se celebrará en Portugal a finales de noviembre próximo.
La ministra de educación portuguesa, María Lourdes Rodrigues, destacó el compromiso de la conferencia para avanzar en las metas establecidas, que resumió como una decisión a favor de mejorar la educación en todos sus aspectos.
Para llevarlo a cabo la ministra consideró fundamentales los fondos de cooperación establecidos a nivel iberoamericano con el objetivo exclusivo de apoyar proyectos enmarcados en las Metas 2021 que pueden convertirse en "fondos de cohesión" como los utilizados en la Unión Europea (UE) para equilibrar el desarrollo de los países miembros.
Marchesi explicó que el fondo se ha organizado en principio con aportaciones de varios países, como España, Portugal, Brasil y Chile, y empresas europeas y latinoamericanas que operan en la región y aspira a que obtenga además cooperación de la UE.
Rodrigues destacó la celebración de la reunión de Lisboa en el marco de la consolidación del espacio educativo iberoamericano, que permitirá no solo coordinar y desarrollar políticas educativas sino impulsar además la movilidad de profesores y alumnos en su seno.
En las conclusiones de la conferencia los ministros resaltaron la necesidad de impulsar la innovación y el conocimiento y un mayor aprovechamiento de las nuevas tecnologías para favorecer el desarrollo humano y social.
En una situación de crisis como la actual aprovechar esos factores "constituye una vía ineludible para mejorar la situación de nuestra región", afirma el documento, que resalta el desafío estratégico de alcanzar las metas propuestas para la celebración de los bicentenarios de las independencias latinoamericanas.
Los ministros, que relacionan también la educación con objetivos como el desarrollo sostenible o la igualdad de oportunidades, subrayan la importancia de establecer políticas de enseñanza con visión estratégica y que consideren el conocimiento "como un bien público".
La reunión acordó además reforzar la colaboración entre países e instituciones para poner en marcha los objetivos y establecer indicadores sobre su cumplimiento.
Además de la promoción de la educación infantil, las 12 metas establecidas por la conferencia incluyen la participación de la sociedad en la acción educativa, el aumento de la inversión en enseñanza, de las oportunidades de formación de los alumnos y la expansión de la oferta educativa.
También figuran la universalización de la enseñanza primaria y secundaria, la mejora de la formación profesional, la vinculación entre la educación y el empleo, abarcar con la oferta educativa toda la vida de las personas y fortalecer la profesión docente.
La reunión de Lisboa es la segunda conferencia ministerial que acoge Portugal, tras la de titulares de economía celebrada el mes pasado, por desempeñar la secretaría pro tempore de la Cumbre Iberoamericana.