Donna Wheatley, de 36 años y enferma de diabetes, veía cómo se deterioraba su salud a pasos agigantados. En las Navidades del año 2013, detectaron una enfermedad terminal. Sufría un problema de corazón e insuficiencia renal.
El 17 abril de 2014, los médicos le comunicaron la fatal noticia de que sólo le quedaba unos pocos días de vida. Su pareja, Paul Wheatley, de 40 años, organizó rápidamente una boda para hacer realidad el sueño de casarse, pero la novia falleció seis días después de la ceremonia.
Paul Wheatley, que había sido la pareja de Donna durante nueve años, organizó la ceremonia en 24 horas en el Hospital General de Enfermería de Leeds, donde se encontraba ingresada su novia.
Para celebrar la unión lo antes posible, Paul pidió ayuda a su familia y amigos. "Tan pronto como los médicos nos dijeron que Donna no tenía mucho tiempo de vida, fuimos rápidamente a la oficina de registro para recoger el papeleo y organizar la ceremonia", relató Paul al diario Daily Mail.
Sobre la ceremonia, Paul explica que fue un día increíble y muy emocionante ya que "todos estaban llorando". Kian Wheatley, de nueve años e hijo de la pareja, fue elegido como el padrino de la boda.
El novio cuenta que aunque solo pudo llamar a Donna esposa durante seis días, "hice que sus últimos días fueran especiales e intenté mantener su ánimo siempre alto", sentencia.