Cinco muertos en un tiroteo con narcotraficantes en un turístico barrio carioca

AGENCIA EFE 24/03/2009 07:08

Los tiroteos, que se prolongaron durante todo el día, provocaron pánico en al menos tres exclusivos barrios de Río de Janeiro y obligaron a la policía a utilizar hasta helicópteros para perseguir a los narcotraficantes.

El enfrentamiento comenzó en la mañana de este lunes cuando un grupo de pistoleros que intentó invadir la favela Ladeira dos Tabajaras, en uno de los morros que cerca a Copacabana, fue rechazado a tiros por la banda que controla el tráfico de drogas en esta barriada pobre.

Los frustrados invasores se refugiaron en una zona boscosa del morro que separa a Copacabana de los barrios de Botafogo, Humaitá y Lagoa, en la zona sur de Río de Janeiro y desde donde se enfrentaron a los policías que habían acudido a la Ladeira dos Tabajaras.

Los enfrentamientos se produjeron en los locales escogidos por los narcotraficantes para intentar huir de la región y regresar a la favela de Rosinha, la mayor barriada pobre de Río de Janeiro y de la que habían salido en su intento de quedarse con los puntos de venta de drogas de la banda rival.

El principal enfrentamiento se registró al final de la tarde en una calle de Copabacana y en donde la policía mató a cinco supuestos narcotraficantes que habían robado una furgoneta para intentar superar el cerco que les habían tendido los uniformados.

Según la policía, los hombres que estaban en el vehículo comenzaron a disparar cuando se acercaron a un bloqueo que habían montado los uniformados en la calle Santa Clara, una de las principales de Copacabana.

Los policías respondieron al fuego y dieron muerte a cinco de los ocupantes y arrestaron a otros dos.

Los pistoleros en fuga llegaron a tomar como rehenes a los obreros que construían un edificio en el barrio de Humaitá y a quienes despojaron de sus uniformes para intentar salir disfrazados.

La policía, sin embargo, sorprendió a los narcotraficantes cuando intentaban escapar y, tras una rápida negociación, los convenció de que se entregaran y liberaran a los rehenes.

Según la secretaría de Seguridad Pública de Río de Janeiro, en los diferentes operativos han sido arrestados quince supuestos narcotraficantes, cuatro de los cuales heridos, y decomisados un fusil, siete pistolas, tres escopetas, nueve granadas, un lanzador de granadas y una carabina.

Los frecuentes enfrentamientos entre las bandas que se disputan el tráfico de drogas en las favelas, así como entre estos grupos, la policía y las bandas de paramilitares, han convertido a Río de Janeiro en una de las ciudades más violentas de Brasil.