Así, de las 20 fallecidas, seis habían denunciado y solicitado medidas de protección (30%), aunque sólo cuatro de ellas contaban con medidas en vigor. En estos cuatro casos, tres de los agresores incumplieron las medidas de protección sin el consentimiento de la víctima y uno, con su aprobación.
En cuanto al perfil de las mujeres, un 70 % de las víctimas eran españolas (14 frente a 6 extranjeras), en su mayoría de entre 41 y 50 años (30%), 21 a 30 años (20%), y de 51 a 64 (20%). Asimismo, un 65 por ciento vivía aún con quien acabó siendo su asesino y en un 50 % de los casos la relación estaba rota o en fase de ruptura.
Respecto al perfil del agresor, el 70 % era de nacionalidad española, la mayor parte de entre 41 a 50 años (35%), de 51 a 64 años (20%), de 21 a 30 (15%) y de 30 a 40 (15%). Además, dos de los agresores acabaron suicidándose tras perpetrar el crimen, mientras que otros dos lo intentaron sin conseguirlo.
Por comunidades, Andalucía (seis casos), Madrid y Cataluña (cada una con tres casos) y la Comunidad Valenciana (dos casos) aglutinan la mayoría de los sucesos, seguidas de Islas Baleares, Canarias, Castilla-La Mancha, Castilla y León, Murcia y Navarra, con un caso en cada una de ellas. RSO