"Ahora, como la gente sale al exterior del local para fumar, es más fácil escabullirse", señala el portavoz de la citada federación, José Luis Guerra. Asimismo, explicó que la incidencia de este fenómeno en la facturación de los establecimientos es baja. Sin embargo, desde el 2 de enero esta práctica se ha duplicado o incluso triplicado, sobre todo en los bares y cafeterías -más que en los restaurantes-, y especialmente en los locales nocturnos.
Es lo que pasó en la gasolinera de Vigo en la que trabaja Roberto. Él se ha llegado a jugar la vida porque uno de los clientes se marchaba sin pagar tras repostar. Detuvieron al fugitivo, aunque sus compañeros creen que cometió una imprudencia.
Hay quien saluda a la cajera de la gasolinera antes de irse sin pagar con el depósito lleno. Otros tapan la matricula y se dan una carrerita para que no los cacen. Y otros no dudan en poner en peligro a los empleados de las gasolineras si éstos los persiguen para cobrar.
Eso le ocurrió a Roberto en Vigo el pasado lunes. Un conductor se iba sin pagar y él se colgó del cristal del coche para impedir su fuga. El individuo lo golpeó en la cara y empezó a hacer trompos y a abrir la puerta hasta que logró tirar al suelo a Roberto. Sufrió heridas en las piernas y en la cara. El conductor fue detenido ese mismo día gracias a las imágenes de las cámaras de seguridad.
El detenido tiene 29 años y tiene antecedentes policiales. Pero el perfil de los que se van sin pagar la gasolina es de lo más variado: pobres, ricos, con coches viejos o de lujo. Hay hasta abogadas.
Menos recaudación
El portavoz de la Federación Española de Hostelería no dudó en tachar de "notable" el impacto de esta norma en la recaudación de bares y cafeterías."La caída está siendo bastante generalizada", al contrario de las previsiones del Gobierno, dijo. En este sentido, auguró que lo más probable es que se cumplan sus previsiones de descenso de ventas de entre el 5% y el 7% en restaurantes, cerca del 10% en bares y cafeterías y aproximadamente un 15% en bares de copas.
Desde la asociación madrileña 'La Viña' explicaron que la facturación total de los locales está cayendo desde el 2 de enero porque acuden menos clientes, permanecen menos tiempo en el local y hacen menos consumiciones. "Las sobremesas se han reducido, y también están notando descensos de hasta el 60% de la facturación bares de barrio a los que acudía la gente a echar una partida y fumar", explicó la citada fuente.