Los vecinos de Arguedas están desesperados. Los arrozales no son solo la base de la economía de la localidad navarra, sino también, la fuente que multiplica el ataque de miles de mosquitos. El calor y la humedad está potenciando la aparición de estos insectos, especialmente cuando cae la tarde. La situación es tan extrema que el ayuntamiento ha decidido tomar medidas con la ayuda de unos pequeños murciélagos. Se han instalado veinte comederos y en cada uno de ellos podrían llegar a caber 40 de estos animales. Su función: comerse entre 500 y 3.000 mosquitos al día.