De tal forma, los investigadores han concluido que las tripulaciones y los pasajeros que vuelan a cierta altura están sometidos a cierto nivel de peligro debido a la radiación, según recoge RT. Los resultados han sido publicados en la revista ‘Space Weather Journal’.
El estudio, que comenzó en 2015 con el experimento bautizado como NASA’s Radiation Dosimetry Experiment (RaD-X). Para ello, la agencia espacial estadounidense utilizó un enorme globo lleno de helio en donde se enviaron instrumentos a la estratosfera, lugar donde se midieron los niveles de radiación cósmica que emite el Sol y los que se emiten en el espacio interestelar. Con esos datos, los científicos compararon los resultados y se cercioraron del aumento de la radiación en tanto en cuanto aumenta la altura.
Por tanto, y según explican los científicos en la publicación del estudio, la radiación cósmica, la que se encuentra a gran altura, puede llegar a romper el ADN, lo que provocaría la liberación de radicales y alteraría las funciones celulares. Así, la NASA ha asegurado que este estudio servirá a la industria de la aviación para mejorar los modelos espaciales y para poder crear sistemas de control de la radiación cósmica en tiempo real.