Todo sucedió a aproximadamente las 00.15 horas, cuando la noche ya había caído plenamente en el barrio del Bronx de Nueva York y un niño de tres años acababa de percatarse de que fuera, justo bajo su casa, ubicada en un bloque de seis plantas, alguien estaba empezando a lanzar fuegos artificiales. Sorprendido, junto a su hermana adolescente, que comenzó a grabar el improvisado espectáculo, se aproximó a la ventana para intentar verlo. Sin embargo, lo que se antojaba inicialmente como una gran expectación por ver algo inusual justo al lado del domicilio, pronto se convirtió en gritos y pánico. Uno de los cohetes lanzados se coló por la ventana y entró en la vivienda hiriendo al pequeño.
Como ha informado el propio jefe de detectives la Policía de Nueva York, Rodney Harrison, quien compartió el vídeo del suceso través de las redes sociales, el pequeño, que recibió el impacto del material pirotécnico, sufrió “una laceración en el bíceps izquierdo”, “quemaduras de primer y segundo grado” y requirió cinco puntos de sutura, como prueban las imágenes difundidas en un tuit por el periodista de WABC-TV, Marcus Solis:
Ahora, afortunadamente se encuentra recuperándose tras el suceso, que según ha indicado se produjo por un lanzamiento “ilegal” de fuegos artificiales.
Según informa el medio local, New York Post, el padre del pequeño se despertó sobresaltado al oír el sonido de los fuegos artificiales, pensando inicialmente que se trataba disparos efectuados con un arma de fuego. Al entrar en el dormitorio del niño se percató de lo que acababa de pasar y se apresuró a llevarle inmediatamente al hospital, no sin que antes su marcha se viese interrumpida, precisamente, por una caja de material pirotécnico dispuesta sobre la vía.
Según el medio neoyorquino, que cita fuentes policiales, una persona ya ha sido detenida, si bien todavía no se han impuesto cargos sobre él por el suceso, que tuvo esta madrugada del martes al miércoles.