Para mi la vida es cada momento. Cada pequeño momento. Hay que vivir cualquier hilo de vida. Así ve las cosas Jon tras vivir veinte años de calvario.
Cuando tenía 30 años le diagnosticaron un enfisema pulmonar. Ahora, dos años después de realizarle un doble transplante de pulmón, Jon es un hombre nuevo.
Ya lo dice el médico que ha llevado el caso de Jon: No hay que tirar la toalla, hay que luchar. Es posible llegar a tener una vida absolutamente normal e incluso mejor.
Ahora este hombre de 50 años ve la vida de otra manera, y se plantea recorrer en bicicleta los 240 kilómetros que separan el Hospital La Fe, en Valencia, y la Catedral de Murcia.
Jon estará acompañado de sus médicos. Es su forma de agradecer lo bien que se ha adaptado a los dos pulmones que le trasplantaron.
Me sentía como una vela esparramada a punto de apagarse
Cuando se le diagnosticó el enfisema pulmonar con tan sólo 30 años, Jon sólo podía moverse en silla de ruedas y vivía conectado a una bombona de oxígeno las 24 horas del día.
He estado en la lista de espera y no sabes lo que te vas a esperar luego. Estás en un túnel que no ves nada. Estás acojonado, afirma Jon.
Me sentía como una vela esparramada, con la llamita que está titubeando, a punto de apagarse en cualquier momento.