Obispos y responsables de migración de Europa piden "no dar la espalda" a inmigrantes y refugiados

En representación de España, acudirán a la reunión el obispo auxiliar de Oviedo y miembro de la Comisión Episcopal de Migraciones, monseñor Juan Antonio Menéndez y el director del Secretariado de esta comisión, José Luis Pinilla.

El encuentro, promovido por el Consejo de Conferencias Episcopales de Europa (CCEE), llevará por título: 'Inmigrantes y refugiados: más allá de la emergencia' y también tratará de responder a preguntas sobre la lucha contra la trata de personas o el espacio de los sacramentos en la pastoral de migraciones.

El secretario general del CCEE, monseñor Duarte da Cunha, ha recordado que en el reciente encuentro de secretarios generales de Conferencias Episcopales de Europa "ha quedado patente que toda la Iglesia en el continente afronta los desafíos del actual fenómeno migratorio".

Por ello, considera necesaria la intervención de todas las partes: Sociedad civil, Iglesia y autoridades públicas. "No podemos hacer como si nada; ¡No podemos dar la espalda a la mirada de la humanidad herida que nos tiende una mano!", exclama.

Además, llama a la Unión Europea y a cada país del continente a que asuman en qué punto se encuentran sus propias capacidades de acogida y busquen integrar "generosamente" a quienes llegan, que han huido de sus países por la guerra, las persecuciones o el hambre. "Los Gobiernos nacionales y la Unión Europea deben afrontar la situación sin hipocresía y con una conciencia solidaria", subraya.

En este sentido, el director del Secretariado de la Comisión Episcopal de Migraciones de la Conferencia Episcopal Española, José Luis Pinilla, lanza una pregunta a la UE: "¿Han caído en la cuenta de que el número de reasentados y acogidos no es nada en comparación con las muertes de estos dos años en el Mediterráneo?".

Además, pide a los ciudadanos que no dejen que les mientan aquellos que hablan de "construir más vallas o hundir las barcas" en esta hora de la historia "individualista e insolidaria".

REASENTAR A 5.837 PERSONAS

Precisamente, sobre la petición de Europa para que los Estados miembro acojan durante los dos próximos años a 40.000 personas que lleguen a las costas europeas, de las que 5.837 personas deberán ser acogidas en España, Pinilla lo considera "un parche, una medida cicatera y egoísta" pues las cifras son "ínfimas" comparadas con "el grave sufrimiento humano" que hay detrás.

En cualquier caso, reconoce que la medida puede salvar vidas y, por ello, critica el "rechazo" que ha mostrado la Administración Pública española hacia esta cuota aludiendo al "efecto llamada". "¿No nos da vergüenza como país compararnos con la acogida de Turquía, Líbano y Jordania? ¿47,5 millones de habitantes no pueden reasentar a 5.837 refugiados?", se pregunta.

Según recuerda, la Iglesia en España con el presidente de la Conferencia Episcopal al frente y el de la Comisión de Migraciones ya pidió formalmente en 2013 acoger refugiados dada la "irrisoria" cantidad del cupo en España pero la respuesta de la Administración Pública fue "nula". "Nadie fue su respuesta", matiza. En cualquier caso, aseguran que no van a dejar de insistir pidiendo "mayores cuotas".

Además, se ofrecen a colaborar con la Administración Pública cuando esta deje de "tachar de activistas o buenísimos" los ofrecimientos de la Iglesia para acoger a estos migrantes, una tarea que ya realizan 8.000 centros asistenciales católicos en España.

TRATA DE SERES HUMANOS

En Vilnius, los responsables de la pastoral migratoria de las Conferencias Episcopales de Europa debatirán también sobre la cuestión de la trata de seres humanos. En esta línea, el responsable de migraciones de la CEE explicará las actuaciones de la Iglesia española para combatir la trata de personas con fines de explotación sexual, según ha explicado a Europa Press.

Asimismo, ante el incremento de las comunidades chinas en Europa, abordarán la cuestión de la pastoral y el anuncio del Evangelio a dichas comunidades. El encuentro finalizará el jueves 2 de julio con una peregrinación a la Colina de las Cruces, para recordar las numerosas víctimas de la inmigración ilegal en el mundo.