De los sujetos entrevistados, un 64% entienden que un jefe no debería mantener relaciones sexuales con sus empleados, aunque un 14% confiesa haberlo hecho. Otro 64% aseguró haber intentado comenzar una relación con algún compañero de trabajo, aunque no siempre con éxito.
Además, un 90% de los encuestados asegura haber sentido atracción sexual con algún compañero y el 52% ve completamente normal irse a la cama con alguien de su mismo entorno laboral, siempre y cuando esto no altere la jerarquía de poder ni implique favoritismos.
Para concluir, tres porcentajes destacables: de los que sí han mantenido relaciones íntimas con sus compañeros de trabajo, el 54% lo ha hecho con más de una persona; el 48% no ha necesitado salir de la oficina para satisfacer sus necesidades sexuales y un 90% se encuentra feliz de haber tomado esta decisión.