Crenshanda Williams es una operadora de 44 años que vive en Houston y que se dedica a atender las llamadas de emergencia que llegan al número de teléfono 911. Según han informado diferentes medios americanos, la trabajadora ha sido condenada a diez días de prisión y a 18 meses de libertad condicionada tras haber colgado varias llamadas de auxilio que llegaban a su puesto.
Ha sido la fiscalía del condado de Harris quien ha denunciado a Crenshanda Williams tras descubrir en varias ocasiones que la operadora interfería en las llamadas. La forma de actuar y las negligencias de la operadora se descubrieron tras analizar el sistema de grabaciones que posee la fiscalía de Houston y que indica si la persona que cuelga la llamada de teléfono es el trabajador o, por el contrario, el denunciante.
Fue ella misma quien confesó en el interrogatorio que interfería en las llamadas porque no le apetecía hablar en ese momento con nadie. Además, el fiscal de Harris ha declarado que las denuncias que solía colgar la operadora siempre tenían que ver con asuntos relacionados con robos, asesinatos y excesos de velocidad.
Por todos estos motivos, la asistente del fiscal de Houston ha emitido un comunicado en el que asegura que la pena de cárcel que se ha interpuesto a Crenshanda Williams se debe a la "traición" que ha realizado a la "comunidad y que, por tanto, viola la ley".