Menos mal que la carretera estaba cortada porque de repente un alud de barro, agua y piedras. Es una ladera que se desmorona sobre la Nacional 121, una de las de más transito de la zona. Une Pamplona con Irún. Momentos de peligro también en Villaba. La grúa del ayuntamiento trata de rescatar a un coche arrastrado por la corriente pero es tan fuerte que las aguas se la llevan también, con el operario dentro. En Villaba confluyen dos ríos: el Arga y el Ulzama. Ambos desbordados porque en pocas horas han multiplicado por diez su caudal. Los coches flotaban por las calles. Algunos se lanzaban para no perder sus vehículos. Aunque corrían el peligro de verse arrastrados. No hay más que ver la velocidad de los contenedores. El agua ha ocultado del todo puentes, campos de fútbol e invernaderos