El Papa anima a anunciar el Evangelio "con vigor renovado" en lugares que viven "los efectos de la secularización"

EUROPA PRESS 02/09/2011 16:14

El Papa Benedicto XVI ha animado a anunciar el Evangelio "con vigor renovado" en los lugares que experimentan "los efectos de la secularización" en un mensaje al presidente del Pontificio Consejo para la Promoción de la Unidad de los Cristianos, el cardenal Kurt Koch, con motivo del XII Simposio Intercristiano que se celebra en Tesalónica (Grecia) del 30 de agosto al 2 de septiembre y cuyo lema es 'El testimonio de la Iglesia en el mundo contemporáneo'.

El Papa ha señalado en la misiva que "en el transcurso de los siglos la Iglesia no ha cesado jamás de proclamar el misterio salvífico de la muerte y resurrección de Jesucristo, pero ese anuncio necesita hoy un vigor renovado en muchas de las regiones que acogieron por primera vez la luz y que experimentan los efectos de una secularización capaz de empobrecer al ser humano en su dimensión más profunda".

"En el mundo contemporáneo asistimos en realidad a fenómenos contradictorios: por una parte se registra una distracción difusa o también insensibilidad frente a la trascendencia; por otra, hay numerosas señales que atestiguan que en el corazón de muchos sigue existiendo una nostalgia profunda de Dios que se manifiesta de diversas formas y hace que numerosos hombres y mujeres adopten una actitud de búsqueda sincera", ha argumentado.

Además, ha subrayado que los escenarios culturales, sociales y económicos actuales "plantean los mismos retos a los católicos y a los ortodoxos", y que "la reflexión que se llevará a cabo durante el simposio tendrá, por tanto, una repercusión ecuménica notable". "El conocimiento recíproco de nuestras tradiciones y la amistad sincera representan, ya de por sí, una contribución a la causa de la unidad de los cristianos", ha aseverado.

Finalmente, Benedicto XVI, recordando que la sede del simposio, Tesalónica, está ligada "indisolublemente" a la predicación del Apóstol de las Gentes, ha expresado el deseo de que los evangelizadores del mundo contemporáneo compartan la misma entrega apostólica de San Pablo.