El Papa decide que el Banco Vaticano continúe ofreciendo servicios financieros a la Iglesia bajo supervisión

EUROPA PRESS 07/04/2014 11:26

"El IOR continuará sirviendo con atención y suministrando servicios financieros especializados a la Iglesia Católica en todo el mundo. Es significativo el servicio que el Instituto puede ofrecer, asistiendo al Santo Padre en su misión como pastor universal y apoyando a otras instituciones e individuos que colaboran con él en su ministerio", señala la Santa Sede en un comunicado.

Además, detalla que se ha introducido "una amplia y articulada estructura legal e institucional" con el objetivo de "regular las actividades financieras en la Santa Sede y el Vaticano".

El prefecto de la Secretaría de Economía de la Santa Sede, el cardenal australiano George Pell, ha subrayado la importancia de una "alineación sostenible y sistemática de las estructuras legales y normativas de la Santa Sede" en total coherencia con las "mejores prácticas reglamentarias internacionales".

Según precisa la Santa Sede, es "fundamental" para el futuro del Instituto una "eficaz supervisión regularizada" y que el progreso se rija bajo la "complacencia, la transparencia y la operatividad comenzada en 2012 y sensiblemente acelerada en 2013".

También informa de que su actividad continuará estando "bajo la supervisión reglamentaria de la Autoridad de Información Financiera (AIF)".

La propuesta ha sido desarrollada de manera conjunta por la Pontificia Comisión Referente sobre el IOR, la Pontificia Comisión Referente de Estudio y Dirección de la Estructura Económico-Administrativa de la Santa Sede (COSEA), y el Consejo de Supervisión del IOR, y ha sido presentada al Papa con la aprobación del presidente de la Comisión Cardenalicia del IOR, el cardenal español Santos Abril y Castelló.

El pasado 24 de febrero, el Papa creó con un Motu Proprio una nueva estructura de coordinación para los asuntos económicos y administrativos de la Santa Sede y del Estado de la Ciudad del Vaticano que se articula con una nueva Secretaría para la Economía, guiada por el cardenal australiano George Pell y un nuevo consejo para la economía conformado por ocho cardenales y obispos y por siete laicos, y un nuevo revisor general.