En la última etapa de su viaje a Albania, Francisco ha expresado que los hombres han sido creados "para recibir y comunicar el amor de Dios" y no "para medir las cosas por el dinero y el poder". Así ha descrito que "el secreto de una existencia plena es amar y entregarse por amor".
Asimismo ha detallado que "el bien es premio en sí mismo" que "acerca a Dios" y "permite disfrutar de las pequeñas alegrías de cada día". En ese sentido ha explicado que quien cultiva "la bondad en su interior" recibe a cambio una "conciencia tranquila, una alegría profunda aún en medio de las dificultades y de las incomprensiones e incluso ante las ofensas recibidas".
Por eso ha explicado que las diversas experiencias religiosas "se abren al amor respetuoso y operante con el prójimo" al tiempo que ha recalcado que "no se avergüenzan de la bondad".
Francisco ha agradecido la hospitalidad del centro y ha destacado que es "un ambiente sereno y de personas amigas" en las que hay "verdaderos educadores, ejemplos de vida, y en las que encuentren apoyo".
Así ha elogiado que es lugares de asistencia a los más necesitados "se hace más fácil creer" porque se ve "la caridad hecha concreta". Además ha resaltado que ese lugar "demuestra que es posible la convivencia pacífica y fraterna entre personas de distintas etnias y diversas confesiones religiosas".