Durante la catequesis, se ha detenido en la narración evangélica de 'Las bodas de Caná' y ha bromeado al constatar que el agua es "necesaria para vivir" pero el vino expresa la plenitud de una fiesta. "Imagínense una fiesta de bodas en la que falta el vino da vergüenza, los novios pasan vergüenza: imagínense toda la noche bebiendo té el vino es necesario para la fiesta", ha explicado.
Por otro lado, ha pedido a los católicos que recuerden el milagro de las bodas de Caná "en los momentos de angustia" y ha pedido que no se olviden de la petición de la Virgen María para que Jesús cumpliera la "señal elocuente de transformar el agua en vino". Así, ha manifestado que "servir al señor es escuchar y poner en práctica su palabra". El programa de vida del cristiano debe ser confiar en la palabra de Dios", ha subrayado en este sentido. Finalmente, ha pedido oraciones en favor de la paz y la solidaridad hacia los más necesitados.