El Papa asegura a las personas desesperadas que si confían en Jesús podrán "recomenzar" a vivir

En base al Evangelio del día (Marcos 5, 23), que presenta la súplica a Jesús por parte de uno de los jefes de la sinagoga para que imponga las manos a su hija de doce años que está muriendo y el caso de una mujer que sufría pérdidas de sangre y sigue a Jesús para tocar su manto y ser salvada, el Pontífice ha indicado que ambos episodios, que concluyen con la sanación, "tienen un único centro que es la fe".

El Papa ha afirmado también que este Evangelio "invita a vivir en la certeza de la resurrección" y ha recordado que Jesús tiene "poder sobre el mal y sobre la muerte". "Quien cree en Cristo, debe reconocerse", ha dicho el Obispo de Roma, para añadir que "el Señor promueve la vida en toda situación, para hacer experimentar a todos, especialmente a los más débiles, el amor de Dios, que libera y salva".

Tras el Ángelus, el Pontífice se ha dirigido a los fieles congregados en la Plaza de San Pedro y ha saludado a los participantes en la marcha 'Una tierra, una familia humana'; a un grupo de bolivianos residentes en Italia, que portaban banderas de su país; a las mujeres scout que pertenecen a la Conferencia Internacional Católica; y a la coral polifónica de Augusta, entre otros colectivos.