"Los refugiados son personas como todos, a los que la guerra ha quitado casa, trabajo, amigos, parientes...", ha explicado el pontífice al recordar que este lunes se celebra la Jornada Mundial del Refugiado.
"Sus historias y rostros llaman a renovar los esfuerzos para construir un mundo de paz y justicia", ha señalado. Y ha agregado: "Queremos estar con ellos, encontrarles, acogerlos, para convertirnos juntos a ellos en artífices de paz según la voluntad de Dios", ha exclamado.
Durante la catequesis, ha expresado que "el mundo tiene más que nunca necesidad de Cristo, de su salvación, de su amor misericordioso" porque "muchas personas advierten un vacío en torno a sí mismo y dentro de sí" y otros "viven en la inquietud y en la inseguridad a causa de la precariedad y de los conflictos".
Por ello ha llamado a preguntarse: "¿quién es Jesús para la gente de nuestro tiempo?, ¿quién es Jesús para cada uno de nosotros?". Y ha agregado: "Todos necesitamos respuestas adecuadas a nuestras preguntas concretas. En Cristo, sólo en él, se puede encontrar la verdadera paz y el cumplimiento de toda aspiración humana. Jesús conoce el corazón humano como ningún otro. Para ello, puede ser curativo, dando vida y consuelo".
Por último, ha pedido oraciones por el Gran Concilio de la Iglesia ortodoxa que comienza hoy en Creta.