Emily Thomlinson, de 29 años dio a luz a la pequeña Sophie y fue trasladada inmediatamente al hospital debido a las heladoras ventiscas que se estaban produciendo en Inglaterra durante esos días.
Rápidamente el paramédico Rob Dalziel, de 37 años, metió a la niña en una bolsa de basura clínica, normalmente utilizada para depositar residuos de medicamentos peligrosos. A continuación utilizó toallas para proteger al bebé del frío helador y creó una improvisada incubadora, que mantuviese su temperatura corporal a un nivel seguro.
Mientras la ambulancia se dirigía al Royal Berkshire Hospital en Reading, el paramédico insufló aire en sus pulmones, para mantener activa su respiración.
Sophie pasó dos semanas en la incubadora del hospital, hasta ser trasladada a la unidad de cuidados intensivos del John Radcliffe Hospital en Oxford.
Cuatro meses más tarde la pequeña ha podido ser trasladada a casa con su madre, Emily, una agente de viajes y su orgulloso padre Peter Hazzard, de 27 años, en Wheatley, Oxfordshire.
La madre declaró: "Dar a luz catorce semanas antes, no es lo ideal, especialmente en mitad de la calle. Esto es lo último que me esperaba cuando me quedé embarazada".
"Siento un respeto enorme por el personal de la ambulancia, estuvieron increíbles".