Al contrario de lo que ha sucedido en otras ocasiones, en las que el piloto era uno de los miembros de una red ilegal dedicada al tráfico de personas, esta vez era uno de los inmigrantes.
Las mismas fuentes han indicado que la embarcación salió desde un lugar próximo a Tánger (Marruecos) y que se dirigía hacia la costa de Cádiz.
Tras el naufragio, han sido rescatados 11 supervivientes y hallados 8 cadáveres -siete de ellos mujeres- y se cree que hay más de 30 personas desaparecidas.
A primeras horas de esta mañana se ha reanudado el dispositivo de búsqueda con medios marítimos, terrestres y aéreos.
El patrullero de la Armada española P-114 se ha incorporado a esas labores.
El patrullero se ha sumado a los medios dispuestos por Salvamento Marítimo, la Guardia Civil y la Cruz Roja para rastrear la zona próxima al naufragio en colaboración con la Marina marroquí, ya que el naufragio se produjo en aguas jurisdiccionales de Marruecos.
Fuentes de la Cruz Roja han informado de que el operativo se ha ampliado a la cota de Ceuta, donde se localizó en la orilla de la playa fronteriza de Benzú un par de zapatillas, presuntamente pertenecientes a los que viajaban en la embarcación siniestrada. LA