"¿Cómo es posible que un hombre con tanto poder como él dedique tiempo y espacio a denigrarme a mí que soy un periodista común y corriente?", afirmó Arce en declaraciones publicadas hoy por un diario de Miami.
Arce, de 59 años, estuvo este mes cubriendo el campeonato de San Diego como cronista deportivo del diario oficial Juventud Rebelde y aprovechó el viaje para desertar de la delegación cubana y reencontrarse con su mujer y su hija, que residen en EE.UU. desde hace varios meses.
Según declaraciones a un programa televisivo que hoy reproduce El Nuevo Herald, el periodista tuvo que fingir que se había distanciado de su familia para no levantar sospechas y conseguir que le enviasen a San Diego.
Su plan de fuga se llevó a cabo tras la derrota del equipo cubano frente a la selección de Japón, agregó el periódico.
El líder cubano Fidel Castro calificó a Arce el viernes pasado en un artículo de su serie "Reflexiones" de "baboso" y de "pobre diablo" y señaló que el periodista "esperaba el Clásico para realizar su felonía".
"Es increíble. A las 11:30 de la mañana del miércoles era un miembro leal de la delegación y a las 12:00 ya era un repudiado, un baboso", comentó Arce sobre el artículo titulado "Gloria a los buenos".
"Yo soy un desencantado de la revolución (...), pero la familia y un hijo enfermo que falleció hace tres años me mantenían atado", explicó en el programa "A mano limpia", de Canal 41 de Miami.
También abandonó al grupo que acompañaba al equipo de béisbol Yuri Boza, técnico de la televisión estatal cubana.
Arce señaló que merece un aplauso la labor que cumplen los jugadores: "A pesar de la tremenda presión, hacen todo lo que pueden por hacer bien las cosas", pero, continuó, "no es justo, la patria no está en un jonrón".