Kitty, la gatita, fue llevada al centro por una persona que la encontró sola en un jardín cuando sólo tenía un día. Para hacerle compañía la pusieron junto a Buttons, que nació en el centro pero fue rechazada por su madre por ser la más pequeña de la camada, informa Daily Mail.
Desde entonces han sido inseparables e incluso Buttons llora cuando Kitty es trasladada con los gatos, para que pase más tiempo con los de su especie. La enfermera veterinaria del centro Battersea, Sascha Taylor, indica que la pareja come, duerme y juega junta.
“Normalmente separamos a los cachorros de perro y a los gatitos pero pensamos que estarían bien juntos ya que ambos son muy pequeños”.
“Afortunadamente se adoran y les gusta hacer todo juntos, es muy tierno”, añade.
La madre de Buttons, Poppy, fue llevada al centro cuando sus dueños se dieron cuenta de que estaba preñada y no podían hacerse cargo de los ocho cachorros. Pero Buttons fue la pequeña de la camada y fue rechazada por su madre, por lo que tuvo que ser separada de sus siete hermanos y hermanas que podían matarla.
Kitty y Buttons fueron puestas juntas cuando ambas tenían dos semanas y se tratan como hermanas. El personal del centro espera que alguien les adopte a los dos, que ahora tienen cuatro semanas.