Las calles del este de Londres fueron testigo de un escenario de película con persecución policial incluida y cuatro implicados entre rejas: Lekan Akinsoji, de 21 años, un rapero al que apodaban CB; Nathaniel Lewis, de 23; Darnell Joseph-Newill, de 21; y Troy Ifill, de 22, que ahora han sido condenados a 26 años de cárcel por posesión de armas de fuego con la intención de amenazar la vida de otras personas, así como por amenazar a las fuerzas del orden.
Todo se produjo el verano pasado, cuando las autoridades recibieron una alerta sobre varios hombres que blandían armas de fuego en la vía pública. Eran ellos, los ahora condenados, quienes armados hasta los dientes se encontraban allí en busca de una banda rival.
Los cuatro pertenecían a una pandilla que en las redes se jactaba a través de vídeos musicales de su actividad y sus actos delictivos, y, según el juez, sabían perfectamente lo que hacían y de haberse encontrado con sus rivales “sin duda” les “hubieran infligido heridas muy graves que amenazarían la vida”.
Cuando la policía llegó al lugar vieron un coche que coincidía con la descripción, y al ver que estaban en su interior y el vehículo estaba detenido, procedieron a dar las luces para que se bajasen y proceder así con la identificación pertinente. Sin embargo, nada de eso pasó: los implicados aceleraron y dieron inicio a una persecución durante la cual, según el atestado policial de la Metropolitan Police de Londres, llegaron a blandir también sus armas, amenazando a las autoridades.
Ni siquiera las maniobras de choque efectuadas por los agentes llevó a que detuviesen el vehículo, y no fue hasta que lograron bloquearlo completamente cuando se bajaron de él.
Varios cuchillos de caza de tamaño considerable, un hacha y una escopeta cargada fueron encontrados en el interior del coche, que, además, había sido robado días antes.
Te puede interesar: