Según recoge la calificación fiscal, a la que ha tenido acceso Europa Press, el acusado, con iniciales A.J.M.R., mantuvo una relación con la víctima durante un año aproximadamente, que finalizó el 5 de junio de 2009. Durante ese tiempo, agredió de manera frecuente a su novia, la cual no formuló ninguna denuncia por los hechos hasta el 7 de junio del citado año.
En concreto, el 13 de febrero de 2009 el acusado fue al instituto donde cursaba estudios la víctima y comenzó una discusión con ella durante la cual la agarró del cuello y del brazo y la obligó a acompañarlo a su domicilio. Una vez allí, prosiguieron la discusión en la que le propinó puñetazos en las piernas y en los brazos.
Posteriormente, el 5 de junio, A.J.M.R. le propinó otro puñetazo en una pierna y la agarró del cuello durante otra discusión. A ello se une que el 7 de junio, el procesado se acercó a la víctima dentro del recinto de la romería de Aguilar y le reclamó unos efectos personales. Ante la negativa de ésta, el acusado la golpeó con el puño en el costado y la agarró fuertemente del brazo. Como consecuencia de ello, la joven sufrió erosiones en ambos brazos, contusión en el abdomen y un hematoma en la rodilla izquierda, heridas por las que precisó de asistencia médica y una posterior curación de 20 días.
Los hechos relatados son constitutivos de un supuesto delito de violencia psíquica habitual en el ámbito familiar, por el que el fiscal solicita para el acusado una pena de tres años de prisión y la prohibición de acercarse a su exnovia a menos de 200 metros y comunicarse con ella durante cuatro años; además de tres supuestos delitos de violencia física en el ámbito familiar, por los que el Ministerio Público solicita otros tantos años de cárcel.