Según recoge la calificación fiscal, a la que ha tenido acceso Europa Press, el procesado convivía con la mujer y la hija de ésta en 2010 en Madrid, donde una noche, tras acostarse todos, se dirigió a la habitación de la menor y tuvo una relación sexual con ella, "pidiéndole que no dijera nada a su madre", señala el fiscal.
Posteriormente, se trasladaron a vivir a Córdoba y entre enero y febrero de 2011, "aprovechando el acusado que la madre se encontraba trabajando fuera de casa, volvió a introducirse en la cama de la menor", donde mantuvo una relación sexual "plena" con la niña. En ninguna de las dos ocasiones consta que la menor haya ofrecido resistencia.
Desde la detención del procesado el 20 de abril de 2011, el Juzgado de Guardia adoptó la medida de alejamiento y prohibición de comunicación por cualquier medio respecto a la menor. Para la Fiscalía, los hechos relatados son constitutivos de un delito de abusos sexuales con penetración, con la agravación específica de prevalimiento de la relación familiar, por el que pide para el acusado diez años de prisión, y un delito de abusos sexuales a menor de 13 años, por el que solicita doce años de cárcel y una orden de alejamiento durante diez años.